Punto al Arte: El racionalismo internacional

El racionalismo internacional

El Museo de Arte Moderno de Nueva York llevó a cabo numerosas exposiciones de arquitectura y diseño durante las décadas de 1940 y 1950, incluyendo estas disciplinas en sus colecciones museísticas. Los debates sobre el concepto de diseño y de "buena forma" (gute Form para los alemanes) eran frecuentes durante estos años, al mismo tiempo que se escribía sobre diseño en revistas especializadas, entre otras Design, y acontecimientos como las Triennales de Milán o la constitución del Congreso Internacional de Sociedades de Diseño Industrial (ICSID) contribuían a consolidar el valor del diseño en el mundo industrial.

A partir de finales de la década de 1940, el diseño compartió a nivel internacional los postulados básicos del racionalismo de vanguardia y asumió, en cada país y en los proyectos individuales de arquitectos y diseñadores, un cariz y singularidad notables, estableciendo los fundamentos del nuevo diseño contemporáneo. El diseño de muebles, objetos domésticos, aparatos técnicos, vehículos o gráfica publicitaria propician el consumo y la configuración de parte de la cultura contemporánea desde una perspectiva pluralista, pero a la vez distintiva de cada país.

Sillón y banco Miller de Charles Eames. Diseñados en 1956 por encargo de Henry Miller, las piezas de la estructura son de aluminio y todos los tableros curvados, tanto del sillón como del banco, son de chapa de palisandro y el revestimiento es de piel. Ambos son giratorios.


IzquierdaSilla Tulip de Eero Saarinen. El arquitecto finlandés afincado en Estados Unidos diseñó esta silla en 1956, de formas depuradas, orgánicas, simples y expresivas, y utilizando materiales como el plástico. Así se demostró que el diseño modernizaba los productos y los hacía más competitivos. Fue premiada por el MoMA. DerechaSilla Diamond de Harry Bertoia. Las formas cúbicas y geométricas del primer mobiliario racional a partir de la década de 1 940 se curvan siguiendo las formas del cuerpo humano. Esta silla de 1952, una de las figuras más sobresalientes del diseño estadounidense, sigue las formas orgánicas inspirándose en las imágenes científicas de amebas o pequeños organismos, de la misma manera que pueden hacerlo los cuadros de Miró, las esculturas de Arp o los móviles de Calder. 


Muebles de Alvar Aalto. El diseño escandinavo se caracteriza por su logro de síntesis entre la tradición artesanal y los métodos industriales. Estos muebles diseñados por el arquitecto finlandés, una experiencia iniciada a finales de la década de 1920, están realizados en madera de abedul laminada y tableros de madera contrachapada, recreando formas de fascinante simplicidad orgánica. 

Mientras en Estados Unidos el estilo aerodinámico preconizaba el "sistema de vida americano", una nueva generación de diseñadores, entre ellos Charles Eames (1907-1978), Eero Saarinen (1873-1950) o Harry Bertoia (1915-1978) combinaron conceptos escultóricos abstractos con los del diseño. Más tarde, el diseño mantuvo esta atracción por el mundo del arte adoptando los modos estilísticos del surrealismo, el Pop art, la psicodelia o el arte cinético.

Gran Bretaña, durante estos años, perdido su anterior empuje, aceptó la cultura de masas americana; sus patrones más personales se dieron en la década de 1960 enraizados con el vocabulario del Pop art y el Op art, y expresados sobre todo a través de la moda y la estética de Carnaby Street.

Cuenco Trienal y tapadera de Tapio Wirkkala. Este diseñador finlandés, que alcanzó fama internacional y recibió muchos premios, creó este objeto de cristal en 1953 siguiendo su premisa de elaborar objetos bellos para su uso en la vida cotidiana. 


Scooter Piaggio de Coradino d'Ascanio. Conocido popularmente como Vespa, este ciclomotor fue diseñado en 1946. Con el tiempo, el diseño italiano consiguió superar las dificultades de su incipiente industrialización, para convertirse en un importante productor de objetos industriales, comprometido con los nuevos signos de la tecnología y la modernidad. Este modesto, pero fantasioso modelo motorizado fue uno de los pioneros de la nueva política del diseño italiano. Concebido como vehículo popular en líneas aerodinámicas logró, por su imagen y precio, convertirse en emblema de la nueva generación de la década de 1950.


 Vaso Hiidenkímu de Timo Sarpaneva. La purez., de líneas y el sutil tratamiento de los materiales es una de las características de los diseñadores finlandeses, que tienen muy en cu,enta en sus creaciones la naturaleza y el medio ambiente. Ejemplo de ello es este diseño de Sarpaneva de 1952, uno de los principales artistas del sigloxx. 

En cambio, los países escandinavos iniciaron una línea propia de diseño a partir de la década de 1940, manteniendo su sólida reputación de artesanos de la cerámica, el vidrio y la madera. El estilo doméstico escandinavo pronto se caracterizó por su sensatez, ante el enervante marketing del americano, su idea de confort y espíritu democrático. Un estilo para vivir y no sólo para mirar o comprar. Diseñadores como Arne Jacobsen (1902-1971), Borge Mogensen (1914-1972) o Alvar Aalto (1898-1976) realizan en sus proyectos de mobiliario una efectiva defensa de la ligereza, de la simplicidad elegante y confortable contra la espectacularidad. En el campo del cristal, las obras de Tapio Wirkkala (19151985) o Timo Sarpaneva (n. 1926) desarrollan un original estilo orgánico, ejemplo de esta tradición nórdica.

El diseño italiano genera, a partir de la década de 1940, un proyecto atípico en el panorama del diseño internacional. Marcello Nizzoli (1887-1969) renueva los modelos producidos por Olivetti durante la misma década, creando una nueva imagen del racionalismo similar a la efectuada por la industria de la automoción en los modelos de la popular Vespa, diseñada por Coradino d' Ascanio, o los nuevos coches Fiat.


El diseño de vanguardia perdió su identidad en Alemania a raíz de la clausura de la Bauhaus en 1933, pero unas pocas empresas mantuvieron su espíritu y, a partir de 1950, resurgió el funcionalismo alemán, en especial a través de la creación de la Rat für Formgebung y la Hochschule für Gestaltung de Ulm, esta última institución dirigida por Max Bill, antiguo alumno de la Bauhaus.

FN Motocicletas de Marcello Nizzoli (Colección particular). La influencia del Art déco también se trasladó al campo de las artes gráficas. Este diseñador fue uno de los pioneros del nuevo lenguaje publicitario, basado en el uso de formas de recortados perfiles y una paleta cromática adecuada a las posibilidades de las tintas litográficas. Su racionalización supera los estilismos efectistas del Art déco y se convierte en un modelo para el futuro del cartel publicitario, como se aprecia en éste de 1925. 


Chaise longue o tumbona de Le Corbusier y Pierre Jeanneret. Al igual que otros arquitectos, Le Corbusier consideraba ilimitado el ámbito de la arquitectura y opinaba que el arquitecto debe ser un diseñador integral. Su interés por el diseño de muebies surgió cuando su primo Pierre Jeanneret y la diseñadora Charlotte Perriand se incorporaron a su estudio con el fin de crear mobiliario en serie a precios de venta asequibles. Éste es uno de los muebles, diseñado en 1929.


Sillón de Josep Torres Clavé. El diseño que creador ofrece viene a demostrar palpablemente que la comodidad y el descanso no están reñidos con la sencillez ni con la gracia estilizada de la línea. 

El diseño en España compartió las licencias estilísticas del Art déco, en especial en el ámbito del cartelismo y la decoración, al mismo tiempo que iniciaba una reacción racionalista bajo la batuta crítica del grupo aglutinado alrededor del GATCPAC (1928), verdadero motor e introductor del Movimiento Moderno en el país. A través de su órgano de difusión, la revista AC, se introdujo en Cataluña la teoría social de la arquitectura y el diseño. Josep Lluís Sert, que había trabajado junto a Le Corbusier, así como Torres Clavé, Rodríguez Arias o SixtYllescas mantuvieron su renuncia a cualquier estilo del pasado y su confianza en el espíritu genuino del racionalismo moderno en todos sus proyectos, de modo similar al del grupo denominado"generación de 1925" de arquitectos en el resto del país.

Aceiteras de Rafael Marquina. Ganador del Premio Delta de Oro de diseño industrial, en 1961, otorgado por ADI-FAD, por la excelente solución formal y funcional de las piezas. Inspirándose en los recipientes de vidrio de laboratorio, este diseñador catalán concibió unas piezas modernas en su sencilla presencia, contribuyendo al resurgimiento de un nuevo diseño español.


Banco Catalano de Oscar Tusquets. El arquitecto recrea la cualidad de los materiales nobles, la elegancia de las formas y el atrevimiento de los resultados con una soltura de exquisita dicción. Este mueble, diseñado en 1975 e inspirado en formas orgánicas, mantiene su fidelidad al principio de la libertad compositiva. 


Carrito versátil de Oscar Tusquets. Diseñado por el arquitecto catalán en 1976, esta pieza de mobiliario integra simplicidad y funcionalidad sin restar importancia a la estética. 

La guerra civil y una penosa posguerra cortaron el camino abierto por esta nueva ideología progresista. La actividad de algunos de los miembros del GATCPAC prosiguió en Estados Unidos o Argentina, al mismo tiempo que se recuperaba en los años cincuenta a través del Grupo R y G (1952), integrado por Oriol Bohigas, José A Coderch, ManuelValls, Joaquín Gili, Antonio de Moragas, José Pratmarsó y Josep Sastres.

La continuidad de los nuevos conceptos del diseño fue posible gracias a la labor realizada por la pionera institución FAD a partir de la década de 1960, con la creación de importantes núcleos de diseñadores profesionales (ADI-FAD, ADGFAD), y su reconocimiento internacional durante el II Congreso y Asamblea del ICSID en 1961. En pocos años se fundaron en Barcelona importantes escuelas de diseño, como Elisava y Eina, que junto a las de Massana y Llotja favorecieron la existencia de una nueva realidad del diseño español, en este caso catalán. Diseñadores como Rafael Marquina, Miquel Mila, Federic Correa, Leopold Mila o André Ricard representan una generación establecida ya en los principios del racionalismo. Durante la década de 1960 y principios de la de 1970, esta línea de racionalismo internacional creció en potencia y credibilidad en el panorama internacional, y los diseños de Pep Bonet, Lluís Clotet, Osear Tusquets o el equipo BernalIsern. confirmaron su creciente prestigio, al igual que los grafistas Jordi Famas, Enrie Satué, Yvez Zimmermann o José María Cruz Novillo lo representaron desde el campo del diseño bidimensional.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

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