Punto al Arte: La pintura italiana en el siglo XVIII

La pintura italiana en el siglo XVIII

A lo largo de la historia, es cierto que Italia ha sido, durante mucho tiempo, el epicentro no sólo político sino artístico de Europa. Es más, podríamos afirmar que sobre todo había sido la encargada de marcar las pautas artísticas, aun cuando su poder político fuera reducido, que se seguían en el Viejo Continente desde que en los gloriosos tiempos del Imperio romano expandió su modo de entender el arte y la vida.
 
Retrato de Manuel de Roda, de Pom-
peo Girolamo Batoni (Academia de 
San Fernando, Madrid). Pertenecien-
te a la colección privada que conser-
vaba Godoy en el Palacio de Buena-
vista en 1816, este retrato de medio
cuerpo es una muestra del giro neo-
clásico que adoptó su autor, inicial-
mente formado entre rafaelistas.
Por todo lo dicho, este siglo XVIII es especialmente doloroso para el arte italiano, y especialmente para la pintura, porque ve cómo otros países toman el relevo en el liderazgo que había mostrado en los siglos precedentes, cuando, especialmente en el glorioso Renacimiento, vio nacer a algunos de los artistas y obras más espléndidos que hayan surgido en Europa.

De todos modos, y aunque se haya dibujado un panorama algo desalentador, no quiere decirse que Italia no produjera obras y pintores de importancia. Es precisamente en el siglo XVIII cuando surge una escuela veneciana de gran vigor y, además, no se debe olvidar a otros pintores que, sin llegar a igualar las maravillas del pasado, intentaron seguir en la primera línea del arte pictórico europeo.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

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