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Las islas Hawai

El arte de las Hawai está vinculado estrechamente a las pequeñas cortes de tipo feudal de los reyezuelos de aquellas islas y también a la veneración al dios de la guerra.

Templo del Refugio (isla Hawai). Tradicionalmente, a todos aquellos que rompían los tabús o las normas socialmente establecidas por una comunidad, eran expulsados y exiliados a este recinto sagrado custodiado por una empalizada de tótems, a la espera de su absolución.

Las imágenes relacionadas con el culto a este dios son realmente terroríficas, con enormes bocas abiertas, mostrando hileras de dientes de tiburón y grandes ojos de redondas pupilas de amenazadora expresión.
Dios de la guerra (British Museum, Londres). Esta escultura presenta una notable cabeza tallada con una feroz expresión en su rostro. En sus continuos viajes a las islas Hawai durante los últimos años del siglo XVIII, el capitán Cook compiló numerosas tallas en madera que veneraban tanto a los reyes y gobernantes como a divinidades de todo tipo, con un interés protector o como tributo a un linaje aristocrático. Antiguamente se tenía mucha consideración por este tipo de esculturas, no sólo por su difícil elaboración y la escasez de materiales, sino por requerir de la intervención de todo un colectivo privilegiado, compartiendo su manufactura como una experiencia comunal. 

Las más interesantes piezas del arte de las Hawai las constituyen los grandes lienzos y cobertores de finísima tapa, bellamente decorada, y las capas de plumas de vivos colores, insertadas en finas redes de fibras; las plumas estaban dispuestas en hileras solapadas unas sobre otras, como aparecen en el plumaje de las aves y formando decorativos diseños de gran simplicidad y elegancia. Los jefes y reyezuelos, además de estas capas, llevaban espléndidos yelmos, semejantes en la forma a los que usaron los griegos de la Antigüedad, coronados por una cresta y hechos de cestería, en la que también se insertaban plumitas de pájaro.

Fuente: Texto extraído de Historia del Arte. Editorial Salvat.

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