Oratorio de los Filipenses de Borromini, en Roma

 


Fue concebido como un sólido bloque que reúne tres edificios anteriores, a la vez que se integra inteligentemente en las estructuras vecinas. La fachada cóncava sugiere el tema de los brazos abiertos de la Iglesia que acogen a los fieles. Los efectos de claroscuro dividen la fachada en recuadros y aligeran con el movimiento de luces la tensa masa de una superficie que ha de cubrir a la vez la capilla y las dependencias monásticas de los Filipenses. 

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

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