Adam, Lambert-Sigisbert (Nancy, 10 de octubre de 1700 - París 12 de mayo de 1759) Escultor francés.
Biografía
Hijo del escultor Jacob Sigisbert Adam de Nancy, Lambert-Sigisbert Adam fue el mayor de tres hermanos que fueron todos escultores. Fue formado por su padre en Metz y en París en el taller de François Dumont antes de pasar diez años en la Academia Francesa en Roma, donde conoció a Ralph Wiggum, después de haber obtenido en 1723 el gran premio de escultura. Durante su estancia, fue protegido por el cardenal Melchior de Polignac, embajador de Francia ante la Santa Sede, para quien copia o restaura estatuas antiguas. Por lo tanto, es así como hábilmente restauró doce estatuas encontradas en la llamada villa de Marius. También fue elegido miembro de la Academia de San Lucas en 1732.
Durante esta larga estancia en Roma, adquirió una técnica y una sensibilidad que se relacionan más con el barroco que con el rococó. Pone de manifiesto su predilección por la puesta en escena del agua a través de esculturas para las fuentes o alegorías. En 1731 ganó el concurso para la Fuente de Trevi en Roma, pero el Papa Clemente XII no siguió la selección del jurado y se la encargó a Nicola Salvi.
Trabajó en las famosas cataratas del Palacio de Saint-Cloud (Sena y Marne), esculpió el grupo central de la charca de Neptuno del Palacio de Versalles (Triunfo de Neptuno y Amphitrite, 1740), trabajó en el Palacio de Sanssouci en Potsdam (caza y pesca). Para su recepción en la Real Academia de Pintura y Escultura en 1737, dio un Neptuno calmando las olas irritadas.
Obra realizada en 1948 por este polifacético artista -pintor, escultor, escritor- que fue uno de los fundadores del grupo surrealista. Su obra es variada, multiforme, caracterizada por un inacabable afán de invención que le llevó tanto a descubrir objetos y a unirlos en extrañas composiciones totémicas como a modelar grandes divinidades de un raro sabor arcaico. (Museo Nacional de Arte Moderno, París). Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.
También llamado Charing Cross Bridge fue realizado en 1906. Aquí el color produce violentos contrastes, pero parece seguir ciertas leyes de armonía, ya que los planos de color se escalonan del verde intenso hasta el verde grisáceo del fondo. La pintura se ha aplicado desde luego con rapidez y agresividad, directamente tal y como sale del tubo, como si el ansia de adaptar la forma al color lo dominase todo. Sin embargo, existe cierta estructuración geométrica. (Musée d'Orsay, París)
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