Janco, Marcel (Bucarest, Rumania, 24 de mayo de 1895 – Israel, 21 de abril de 1984) fue un importante pintor y arquitecto israelí. Estudió arquitectura en el Instituto Politécnico de Zúrich y pintura con Iser-Josif. Hacia 1922 retornó a Rumania, donde se consolidó como pintor, y en 1941 emigró a Israel escapando del nazismo.
Janco fue una de las figuras fundantes del Dadaísmo, vanguardia impulsada por poetas, pintores y filósofos que se opusieron a la Primera Guerra Mundial y al arte burgués, cimentando su concepción en que el caos, el Nihilismo y la falta de racionalidad iban a hacer del mundo un mejor lugar para vivir.
A la corta edad de 17 años, cuando aún se encontraba cursando sus estudios secundarios, Janco comenzó a publicar junto a Tristán Tzara e Ion Vinea una publicación llamada Symbol. Algunos años más tarde Janco y Tzara se volverán a encontrar y fundarán, junto a otros artistas, el grupo “Artistas Radicales”, movimiento embrionario del Dadaísmo.
A su llegada a Israel el arte de Janco se tornó más figurativo, en un estilo oscilante entre el Cubismo y el Expresionismo, y se vinculó con las temáticas judías, pintando paisajes de las ciudades de Safed y Tiberíades. Trabajó además para la Municipalidad de Tel Aviv y para el Ministerio del Primer Ministro, y fue responsable de la selección de lugares para el establecimiento de parques nacionales.
En 1952 participó del Bienal de Venecia y en 1953, sobre las ruinas de una villa árabe abandonada, Janco estableció un complejo artístico conocido como Ein Hod, que hoy en día alberga al Museo Dada Janco. Integró además el movimiento Ofakim Jadashim – “Nuevos Horizontes” – junto a otros artistas relevantes, y en 1967 fue galardonado con el Premio Israel en pintura.
Obra realizada en 1948 por este polifacético artista -pintor, escultor, escritor- que fue uno de los fundadores del grupo surrealista. Su obra es variada, multiforme, caracterizada por un inacabable afán de invención que le llevó tanto a descubrir objetos y a unirlos en extrañas composiciones totémicas como a modelar grandes divinidades de un raro sabor arcaico. (Museo Nacional de Arte Moderno, París). Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.
También llamado Charing Cross Bridge fue realizado en 1906. Aquí el color produce violentos contrastes, pero parece seguir ciertas leyes de armonía, ya que los planos de color se escalonan del verde intenso hasta el verde grisáceo del fondo. La pintura se ha aplicado desde luego con rapidez y agresividad, directamente tal y como sale del tubo, como si el ansia de adaptar la forma al color lo dominase todo. Sin embargo, existe cierta estructuración geométrica. (Musée d'Orsay, París)