Autodidactismo, ingenuidad, simplicidad ... Éstos son algunos de los adjetivos que han servido para aproximarse al arte naif, aunque, como se tendrá ocasión de comprobar a lo largo del presente capítulo, es preciso realizar algunas matizaciones para entender en profundidad este movimiento artístico muchas veces minusvalorado precisamente con tales calificativos. Sirva, como breve aclaración, que este autodidactismo que profesan la mayoría de los artistas naif deriva del anhelo de huir de academicismos para conseguir unas manifestaciones artísticas menos "contaminadas" por los convencionalismos. Asimismo, la citada ingenuidad no debe ser considerada como un epíteto peyorativo, pues no deriva de una incapacidad o déficit, sino que está ligada a una búsqueda de la simplicidad para ofrecer una visión del mundo sincera y exenta de artificios. Sin pretender explicar su expresión artística ni tratar de formar una escuela, el grupo de los pintores naif, también llamados "primitivos", han llegado a tener peso en el contexto pictórico del siglo XX. Se prestará, por tanto, la debida y necesaria atención a este gran movimiento artístico que en la actualidad sigue vigente y se ha extendido a todo el mundo con gran éxito.
tonelero de La Rochelle, que adoptó el
seudónimo de Louis Roy, fue uno de
los iniciadores del movimiento de los
naifs.
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Fuente: Historia del Arte.
Editorial Salvat.