Tumba y ajuar funerario (Museo Tumbas Reales del Señor de Sipán, Lambayeque). Debido a su alta jerarquía, en la sepultura del célebre guerrero moche se hallaron también las urnas con los restos de ocho personas, entre ellas su esposa, sus concubinas, un niño y varios militares, además de un perro y dos llamas.
Hemos señalado que, por
desgracia, se han perdido muchas muestras del arte mochica por culpa de los
saqueos que han sufrido los yacimientos. En todo caso, a finales de la década
de 1980 un increíble descubrimiento vino a arrojar luz sobre esta importante
cultura que fue la mochica. En la región de Lambayeque, muy cerca del pueblo de
Sipán, se halló una magnífica tumba real. Y en ella se encontraron en un
perfecto estado de conservación numerosos objetos con los que se acompañó el
entierro de este ya famoso guerrero y gobernante que fue el Señor de Sipán.
Así, gracias a los atuendos con
los que fue enterrado se sabe que era el gobernante de su pueblo y que además
estaba considerado como un ser semidivino. Prueba de ello es que muchos de los
objetos que se han localizado en su tumba tienen un significado claramente religioso
para la cultura mochica, como nos lo confirman otros yacimientos. Es el caso,
por ejemplo, de las orejeras con el ave sagrada ya vistas en el ritual de la
purificación mochica y la túnica de placas metálicas que se había conocido en
las representaciones de la danza con soga.
Por otro lado, el Señor de Sipán
fue enterrado con el mismo lujo y esplendor que caracterizó su vida. En el
centro de la cámara funeraria se encontró el sarcófago del Señor, mientras que,
a su alrededor, una multitud de objetos, varios sirvientes y un niño, como
símbolo de la regeneración, le acompañaron en su último viaje.
Fuente: Historia del Arte.
Editorial Salvat.
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