Retrato de Carlos V sentado de Tiziano (Aite Pinakothek, Munich) |
Carlos de Habsburgo (1500-1558)
heredó en 1516 el imperio más grande de toda la historia: los ducados
austríacos, los Países Bajos, el ducado de Borgoña, el Franco Condado, España,
los dominios españoles en Italia y el imperio español en América y ultramar, y
se convirtió, de este modo, en Carlos I de España y V del Sacro Imperio
Germánico (Alemania).
Educado por su tía Margarita de
Austria, mujer culta que intentó inculcar a Carlos el interés por la cultura y
las artes, el monarca nunca tuvo gran interés por aquello que no le llevara a
ampliar y mantener los límites de su imperio. Sin embargo reunió a varios
artistas en su corte, entre los cuales destaca Tiziano, pintor que le realizó
diversos retratos.
En política exterior tuvo varios
problemas debido a la gran extensión de su imperio. Ello se tradujo en guerras
de religión, entre las cuales destaca la batalla de Mühlberg, en la que derrotó
a los protestantes y que fue inmortalizada por el pincel de Tiziano. Sin
embargo, sus principales conflictos los tuvo con el rey Francisco 1 de Francia
-quien también aspiraba a la corona imperial-, con el Papado y con el emperador
turco Solimán II el Magnífico.
Ello no impidió que fuera
nombrado emperador del Sacro Imperio Romano Germánico en 1529 por el papa
Clemente VII, aunque debido a las fuertes presiones abdicó en 1556 a favor de
su hijo Felipe II y se recluyó en el monasterio de Yuste, donde murió en 1558.
Fuente: Historia del Arte. Editorial
Salvat.