Carlos III, de Anton Raphael Mengs (Museo Lázaro Galdiano, Madrid). |
El reinado que reúne las esencias
de lo que fue la Ilustración en España es el de Carlos III, soberano que era
hijo de Felipe V y de la segunda esposa de éste, Isabel de Farnesio. Nació en
Madrid en el año 1716 y sucedió en el trono a su hermanastro Fernando VI en el
año 1759. Por lo tanto, se está en un período en el que en Europa dominan
todavía las monarquías de corte claramente absolutistas, por lo que se hacen
más valientes e interesantes sus iniciativas aperturistas y modernizadoras.
Efectivamente, en lugar de seguir
en la línea de monarcas anteriores, que pretendían acumular todo el poder
posible en sus manos, Carlos III opta por iniciar una vía de reformas que le
ocasionó no pocos problemas con la aristocracia y el clero, estamentos para los
que eran impensables algunas de las leyes que puso en marcha el monarca. De
este modo, durante su reinado se realiza un reparto de las tierras comunales,
se liberalizan el comercio y las aduanas, se toman medidas para favorecer las
iniciativas industriales privadas ... Es decir, se emprenden las reformas que
necesitaba un país demasiado anquilosado por unas clases dominantes más
pendientes de acumular riquezas que de generarlas.
Por otro lado, no menos
importante fue el impulso cultural que caracterizó su reinado, pues, firme
creyente y defensor de los ideales de la Ilustración, Carlos III siempre
favoreció el desarrollo de la ciencia y reformó la docencia para adaptarla a los
nuevos tiempos.
Fuente: Historia del Arte.
Editorial Salvat.
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