Una escena del rollo que ilustra la Historia de Genji (siglo XII), ejemplo del
estilo "Yamato-e" y a la vez del refinamiento de la vida cortesana.
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La obra Genji monogatari, o Historia de Genji, es uno de los hitos de la literatura japonesa, pues retrata magistralmente la sociedad cortesana de su época y es la primera novela que se conoce de la escritura japonesa, exclusivamente centrada hasta entonces en la recreación de mundos fantásticos a mayor gloria de las leyendas niponas.
Estructurada en 54 capítulos y terminada en el año 1004, el argumento de la historia es de lo más lineal y sencillo, aunque, gracias a las excelentes dotes narrativas de la autora, Murasaki no Shikibu, no por ello la obra deja de estar provista de interés. En ella se narran los sucesivos encantos y desencantos amorosos del joven principe Genji, hijo de una de las concubinas del emperador Ichijo. Genji, a la muerte de se madre, queda bajo la protección del emperador, pero, incapaz de controlar sus pasiones, cae en brazos de otra concubina de Ichijo. De este modo, el resto de la obra nos muestra a un Genji que víctima de sus amores mal escogidos decide, finalmente, apartarse del mundo. Tras su muerte, la novela se centra en las vicisitudes de Karou, hijo de una de las concubinas de Genji, pero no de éste.
Novela de engaños y desengaños amorosos, es una espléndida reconstrucción de la forma de interpretar el mundo que tenía la élite japonesa de la época. En la obra impregnada de la melancolía, algo decadente y afectada, de la opulenta corte, se aprecia la presencia de una tensión que deriva de la aspiración imposible por llegar al mono no aware, la belleza íntima de las cosas, que arrastra a los personajes al sufrimiento y la perdición.
Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.
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