En 1401 se organiza un concurso
para las puertas norte del baptisterio de Florencia, que estaba dedicado a San
Giovani. El gremio que se encargaba de la manutención del baptisterio era el de
L’arte di Camala, es decir, el de los comerciantes de tejidos.
De las tres entradas que tiene,
las del sur fueron realizadas por Andrea Pisano, entre los años 1330 y 1336.
Es la primera vez que se realiza
en Florencia un concurso de estas características, para el que se presentan
siete escultores: Brunelleschi, Ghiberti, Jacopo della Quercia, Simone da
Colle, Francesco Valdambrino, Nicoló d’Arezzo y Nicoló di Pietro Lamberti. El
tema que se les propone es el del Sacrificio de Isaac, un motivo del Antiguo
Testamento. Se les da el bronce necesario para hacerlo y un año de plazo.
En 1402 se hace público el fallo
del jurado: quedan dos finalistas, Brunelleschi y Ghiberti. A pesar de que es
más conservador, el proyecto de Ghiberti sale ganador. Brunelleschi tiene mucha
más experiencia como orfebre, pero su Sacrificio de Isaac es excesivamente
dramático.
Además, la confección resulta mucho
más complicada ya que se trata de diferentes piezas de bronce enganchadas.
La obra de Ghiberti está hecha de
una sola pieza a excepción de Isaac, el brazo de Abraham y la roca. Este plafón
es menos innovador, la figura de Isaac es más clásica, la de Abraham es muy
gótica.
La composición está marcada por
dos diagonales, una marcada por el ángel, Abraham y los criados, la otra está
marcada por la roca. No hay un centro claro en la composición y la vista del
espectador recorre los dos grupos.
Fuente: Historia del Arte.
Editorial Salvat.
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