Páginas

Artistas de la A a la Z

Gala Placidia y la importancia de Ravena

Efigie de Gala Placidia (Museo Nazionale Ro-
mano delle Terme, Roma). Moneda de oro de

21 mm de diámetro con el perfil de la prince-

sa romana. 

Algunas hipótesis acerca de este personaje histórico apuntan a que Gala Placidia fue una mujer abnegada, dispuesta a sacrificarlo todo por el futuro del Imperio. Tal disposición de ánimo seria, por tanto, la que le habría llevado a casarse con uno de sus enemigos. Ante la imposibilidad de conocer la naturaleza exacta de los sentimientos de la hija de Teodosio el Grande, sí que sabemos que, tras el saqueo de Roma por parte de los visigodos a principios del siglo V, fue hecha prisionera por el rey visigodo Alarico. Posteriormente, se desposó con su sucesor, Ataúlfo, quien murió en extrañas circunstancias, y más tarde con Constancio, general de Honorio.

De los grandes conjuntos no romanos tienen un especial interés los de Salona y de Ravena. El segundo ocupa un papel director en la política de Occidente al convertirse en la capital del Imperio bajo Honorio, en el año 405, y continuar siéndolo con Gala Placidia y con su hijo Valentiniano III (450-455). Luego tiene un nuevo momento de esplendor y de predominio con el reinado ostrogodo de Teodorico, para terminar como cabeza del Exarcado bizantino de Justiniano. Esta larga etapa ha dejado en la ciudad una extraordinaria serie de monumentos cuyo interés primordial corresponde a la buena conservación de su bellísima decoración en mosaicos.

Dicho mausoleo, dedicado a San Lorenzo y que debió albergar los sarcófagos de Honorio, Gala Placidia y su esposo, de planta de cruz griega con cúpula sobre pechinas, destaca por la deslumbrante belleza de sus mosaicos, de un azul intenso, que cautivan de inmediato al visitante y otorgan al conjunto un áurea de misteriosa fuerza.

Las construcciones de Ravena participan por una parte de la tradición paleocristiana romana y milanesa, en su primera fase del siglo V, y, por otra, del bizantinísimo del Exarcado. Pero no es siempre fácil separar de una manera concreta los dos momentos, siendo el segundo una versión muy romana y occidental del arte bizantino de la mitad del siglo VI.



Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario.

Punto al Arte