Después de los años de guerra que
trajeron la extinción de la Casa de Augusto,
otra familia de grandes príncipes amantes de las artes inauguró una segunda
época del Imperio romano. De este modo, llegamos ahora, en nuestro recorrido
por el arte romano, a la época de los Flavios y los Antoninos. Vespasiano, el
primero de los emperadores de la familia Flavia , antes de acudir a Roma había
gobernado durante largos años las provincias orientales; Tito, en sus campañas
militares, se ocupó principalmente de Oriente, y Domiciano, el tercero de los
Flavios, durante su largo reinado tuvo tiempo de llenar Roma de construcciones
fastuosas.
Relieve de la columna de
Marco Au- relio en Roma, donde se halla repre- sentado el emperador, montado en una cuádriga, entrando victorioso en la capital. |
Y, como se verá, para erigir sus
grandes y magníficos edificios los Flavios utilizaron principalmente los
espacios ocupados antes por la Domus
aurea o palacio de Nerón, mientras que de los Antoninos es obligado
destacar la gran obra de Adriano, el Panteón.
Fuente: Historia del Arte.
Editorial Salvat.
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