Punto al Arte: Arte del golfo de México

Arte del golfo de México


Las llamadas “Culturas del golfo de México” representan otro de los más importantes complejos culturales del antiguo México, empezando por la zona olmeca situada al sur del área del Golfo, y donde se ha visto surgir, desde el período preclásico medio, aquella cultura madre cuyo papel habría de ser determinante en la civilización mesoamericana.


Máscara de jade (Museo Nacional de Antropología, 
Ciudad de México). La representación del murciélago
fue muy habitual en la cultura zapoteca, considerado
una deidad, especialmente en la época de Monte 
Albán II (de 200 a.C. hasta principios de la era cristia-
na). Esta máscara fue hallada en el adoratorio del 
montículo H de la plaza central. 

Efectivamente, no hay una sola de las grandes culturas clásicas mesoamericanas que no haya basado su desarrollo en raíces olmecas más o menos directas. A continuación se tratará del arte producido en el área central veracruzana, localizada inmediatamente al norte de esta zona olmeca.

Para ello, hay que aproximarse a algunas de las manifestaciones artísticas más interesantes de Me-soamérica. En primer lugar se hará referencia a las famosas “figuras de barro” de Remojadas, región del centro del estado de Veracruz.

Seguidamente, de algunos de los aspectos más fascinantes del arte mesoamericano, las esculturas a las que se ha convenido denominar “yugos”, “hachas” y “palmas” y que seguramente estén relacionadas con ritos funerarios o con el tan extendido juego de pelota. Y, por último, antes de tratar de una de las culturas precolombinas de México menos estudiadas, la Huasteca, se analizará la importante cultura totonaca, que tuvo su capital en El Tajín.

Aparte de vestigios artísticos no hay muchos testimonios que muestren cercanía con la cultura de los totonacas. Por ello, no deja de ser de gran ayuda el relato que sobre esta cultura realizó Fray Juan de Torquemada, autor de la célebre Monarquía Indiana. Algunos de los pasajes escritos por Torquemada no tienen desperdicio por lo extraordinario de los hechos allí narrados. Por ejemplo, Torquemada dice: Los totonacas, que son diferentes en lengua de los mexicanos, están extendidos y derramados por las sierras que le caen al norte de esta ciudad de México. Es decir, al norte de la zona central de Veracruz. Hasta aquí todo parece normal, pero sobre el sistema de gobierno que regía los designios de la sociedad totonaca Torquemada se muestra algo más novelesco, pues escribe que: Estos totonacas fueron gobernados por una sola cabeza. Cada uno de sus gobernantes gobernaba ochenta años, no más ni menos, que parece que es caso que pide nota. Por otro lado, sobre las relaciones con pueblos vecinos, el testimonio del inquisidor es el siguiente: Tomó el gobierno su hijo Xatontán, en cuyo tiempo aparecieron por la parte de poniente los chichimecas, que los recibieron como gente vecina y que partía términos con ellos. Enseñárosles a vestirse y comer carne cocida. Este señor Xatontán murió en la amistad de los chichimecas, habiendo gobernado otros ochenta años. En definitiva, aparte del disfrute literario que pueda haber en los escritos estos no deben tomarse siempre como un documento fidedigno de las culturas indígenas que se encontraron los españoles a su llegada al Nuevo Mundo.


⇦ Pectoral de oro. El dios de la muerte (Mictlantecuhtli) es el personaje representado en esta magnífica pieza que procede de Monte Albán. Los orfebres mixtecas tenían una extraordinaria habilidad para elaborar el trabajo de filigrana y dominaban toda suerte de técnicas para trabajar el metal (cera perdida, repujado, cincelado) que obtenían de los torrentes montañosos.  


⇨ Pectoral de oro (Museo Nacional de Antropología, Ciudad de México) Procedente de la tumba 7 de Monte Albán (Oaxaca), este pectoral elaborado por la orfebrería mixteca representa la efigie de Xochipilli, el dios de las flores, que aparece con la cara de un manito estilizado, animal con el que se lo asocia. El tocado está hecho con una falsa filigrana de gran calidad.   

⇦  Jarra policroma. Jarra de cerámica mixteca, de forma globular, con asa y un cuello que termina en cabeza de venado; está decorada con motivos geométricos. Procede de Zaachila, sitio arqueológico que se halla a 15 kilómetros al sur de Oaxaca. 

⇨ Vasija trípode (Museo Nacional de Antropología, Ciudad de México). Notable pieza de cerámica mixteca, con sus características tres patas, forma globular, sentido de la policromía, concisa decoración geométrica y brillante acabado. 

Códice Borgia (Biblioteca Vaticana, Roma). Detalle de la página 56 de este documento pictográfico fechado entre los siglos XIV y XVI, considerado como el más representativo de los seis códices mixtecas hallados. Aquí se ve la imagen de Ometéotl, el dios de la dualidad. 

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

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