Pero
¿qué fue lo que impulsó al hombre del Paleolítico a la realización de estas
pinturas? Ello continúa siendo un enigma. Algunos estudiosos sostienen que
aparecieron en un momento en que el hombre disponía de cierto tiempo libre,
probablemente provocado por vivir en una etapa de abundancia de productos que
proporcionaba por entonces la Tierra. No obstante, esta teoría del arte por el
arte no tiene tantos adeptos como la que sostiene que su principal finalidad
era mágica, con un fin propiciatorio y/o sexual; lo cual explicaría muy bien
ciertas características que ya se han comentado.
Caballos, pintura de la cueva de Lascaux (Dordoña, Francia). La coloración y la definición del dibujo, su vientre, hocico, cola y crin suponen ya un profundo conocimiento técnico. La perspectiva empleada en la pintura y las imágenes sucesivas de animales que se encuentran en las paredes de la cueva son reveladoras de este hecho.
Uno de los hechos que más siguen sorprendiendo aún hoy en día de estas pinturas rupestres es el verismo con el que se representaban esos animales. Pero ¿por qué pintaban de esa manera? Parece ser que estas creaciones tuvieron una "función": formarían parte de un ritual enfocado hacia dos de los aspectos más vitales del hombre de la época, es decir, la caza y la reproducción.
Uno de los hechos que más siguen sorprendiendo aún hoy en día de estas pinturas rupestres es el verismo con el que se representaban esos animales. Pero ¿por qué pintaban de esa manera? Parece ser que estas creaciones tuvieron una "función": formarían parte de un ritual enfocado hacia dos de los aspectos más vitales del hombre de la época, es decir, la caza y la reproducción.
Del primer tema es del que existe un
mayor número de muestras, pues casi toda la iconografía se reduce a la
animalística. El hombre paleolítico vivía fundamentalmente de lo que le
proporcionan los animales, tanto su carne como sus pieles o sus huesos. De ahí
que se plasmen escenas de caza. Partiendo de un instinto de posesión -pero al
mismo tiempo, de su incapacidad para diferenciar lo que es real y lo que es
imagen-, el hombre paleolítico creaba sus pinturas, en tanto que crear
significa dar vida a algo. Obviamente, su meta era el parecido de esos animales
que tanto ansiaba; y de ahí el naturalismo.
Bisontes a la carrera, pintura de las cuevas de Lascaux (Dordoña, Francia). El sentido amplio del color, la minuciosidad de las figuras y el movimiento de los animales eran rasgos que comenzaban a dominar los artistas prehistóricos. Aunque la pintura fue aplicada en mayor medida con el dedo, para los detalles solían utilizar pincel.
Aparte de esto, muchas de estas figuras zoomorfas, si los observamos, aparecen dibujadas o pintadas sobre las formas más salientes de las rocas, en especial en la zona del vientre, con lo que se reforzaba esa idea propiciatoria de la reproducción, y estilísticamente se refuerza su naturalismo ahora aprovechando recursos propios de la escultura -la tridimensionalidad-, como se puede observar en la "Gran Sala de los Polícromos" de las cuevas de Altamira.
Aparte de esto, muchas de estas figuras zoomorfas, si los observamos, aparecen dibujadas o pintadas sobre las formas más salientes de las rocas, en especial en la zona del vientre, con lo que se reforzaba esa idea propiciatoria de la reproducción, y estilísticamente se refuerza su naturalismo ahora aprovechando recursos propios de la escultura -la tridimensionalidad-, como se puede observar en la "Gran Sala de los Polícromos" de las cuevas de Altamira.
Las escenas más abundantes, empero, eran
las ligadas a la cinegética, más que las simples representaciones de animales.
De esta manera, en un número elevado de ellas aparecían heridos, atravesados
por flechas, lanzas u otras armas. El hombre paleolítico creía que, matando la
imagen del animal, mataban asimismo el espíritu vital de la criatura, de forma
que se facilitaba su caza.
Esto podría explicar, por ejemplo, que
los detalles más naturalistas se centraran en las figuras de los animales,
puesto que éste era el principal objetivo; mientras que las plasmaciones de las
figuras humanas resultaban más bien esquemáticas, pues, al fin y al cabo, no
era lo que más importaba. De la misma forma, se podría justificar así que los
animales más fáciles de cazar o que eran más abundantes, no se solieran
representar, puesto que los esfuerzos pictóricos de estas grutas iban
encaminados únicamente para aquellos más preciados, escasos o difíciles de
cazar.
La cueva de Rouffignac (Dordoña, Francia) se caracteriza por ser uno de los conjuntos pictóricos del Paleolítico más importantes. Destacan las numerosas plasmaciones de mamuts, rinocerontes, caprinos y caballos, siendo una de las cuevas que más mamuts reúne en un mismo conjunto. Cabe destacar la voluntad por representar una escena de conjunto, a diferencia de la mayoría de casos en que el animal se representa aisladamente, a pesar de tener otros seres cercanos.
Como ya se ha señalado anteriormente, no todas las escenas o figuras representadas se referían a la caza de los animales, sino también hay, aun siendo menor su número, unas cuantas relativas a la fertilidad o la fecundidad. En general, la localización de las pinturas rupestres no se encontraban en la embocadura de las grutas, sino en su interior. Quizás esto obedezca al deseo de introducirse "dentro" de la tierra, en sus entrañas, esto es: del origen creador de la Madre Tierra. El hombre de la época creía que de esta manera podía aproximarse a ese poder creador, y de ahí que pintaran en lo más profundo de esas cuevas. Esto les condujo a ese naturalismo, en ese deseo de imitar a la Tierra, en tanto que se entendía como creación.
Como ya se ha señalado anteriormente, no todas las escenas o figuras representadas se referían a la caza de los animales, sino también hay, aun siendo menor su número, unas cuantas relativas a la fertilidad o la fecundidad. En general, la localización de las pinturas rupestres no se encontraban en la embocadura de las grutas, sino en su interior. Quizás esto obedezca al deseo de introducirse "dentro" de la tierra, en sus entrañas, esto es: del origen creador de la Madre Tierra. El hombre de la época creía que de esta manera podía aproximarse a ese poder creador, y de ahí que pintaran en lo más profundo de esas cuevas. Esto les condujo a ese naturalismo, en ese deseo de imitar a la Tierra, en tanto que se entendía como creación.
Si bien se aplicó fundamentalmente a los
animales, se ha encontrado algún caso excepcional referente a la fertilidad
humana, lo que nos hace pensar que, en general, por aquella época, la especie
humana no estaba tan preocupada en cuanto a su capacidad de reproducción como
en la de las criaturas de las que dependía su subsistencia. La Cueva de Addaura,
cerca de Palermo, en Sicilia, descubierta en la década de 1950, constituye una
de las raras muestras sobre este tema.
Rinoceronte lanudo, pintura de la cueva de Rouffignac (Dordoña, Francia). Esta pintura deja constancia de la existencia de esa especie de rinoceronte, de gran tamaño y espeso pelo lanoso, un animal ya extinguido en el área. Eran herbívoros. Sus cuernos eran aplanados y largos, especialmente el primero, que podía alcanzar un metro de longitud, y no sólo les servían para hacer frente a enemigos, sino para apartar la nieve en invierno y buscar hierbas y raíces.
No obstante, hay que recordar que no todo el arte de la prehistoria siempre fue tan naturalista: hay que pensar en el caso del expresionismo presente en las figurillas femeninas de las "venus", realizadas con un mismo fin propiciatorio mágico-sexual, pero deformando y centrándose fundamentalmente en las zonas reproductoras; la abstracción de ciertos signos (interpretados algunos de ellos como calendarios lunares o solares), mientras que otros hacían referencia a marcas étnicas, etc.
No obstante, hay que recordar que no todo el arte de la prehistoria siempre fue tan naturalista: hay que pensar en el caso del expresionismo presente en las figurillas femeninas de las "venus", realizadas con un mismo fin propiciatorio mágico-sexual, pero deformando y centrándose fundamentalmente en las zonas reproductoras; la abstracción de ciertos signos (interpretados algunos de ellos como calendarios lunares o solares), mientras que otros hacían referencia a marcas étnicas, etc.
Así pues, se ha entendido que en una
sociedad en la que el hombre fundamentalmente se dedicaba a la caza, en
correlación, las muestras pictóricas halladas hasta ahora se centran
fundamentalmente en este mismo tema.
Fuente:
Texto extraído de Historia del Arte. Editorial Salvat
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