Se
trata de una pintura rupestre hallada en 1918 al sudeste de África, en Namibia.
La obra está datada entre los años 1000 al 650 a .C., y su nombre es
fruto de la errónea interpretación que su descubridor, el topógrafo alemán Reinhard
Maack, difundió entre los investigadores. Y es que esta figura no es de color
blanco. Luego, la figura fue considerada durante años por Abbé Henri Brueil
como una mujer europea. La fama de Brueil como experto en arte prehistórico
europeo y como pionero en arte namibio elevó a la categoría de cierta esta
interpretación durante mucho tiempo.
Además, con el nombre de Brandberg se hace
referencia en Namibia a una montaña que ya se ha hecho famosa en el mundo
entero por los tesoros artísticos que alberga. De este modo, ha pasado a tener
prácticamente la misma categoría en la Historia del Arte que otros yacimientos,
como las cuevas de Altamira a las de Lascaux. Esta montaña, cuyo nombre
traducido sería algo así como "montaña ardiente", es el techo de Namibia,
pues mide 2.606 m
sobre el nivel del mar. En ella se conservan un buen número de pinturas, entre
las cuales la más famosa es, sin lugar a dudas, la Dama Blanca , que
forman parte del patrimonio artístico de un país que cuenta con un buen número
de obras de arte prehistóricas, algunas de las cuales son muchísimo más
antiguas que esta Dama Blanca de Brandberg.
No fue hasta finales del siglo XIX cuando los
exploradores europeos empezaron a percatarse de la multitud de representaciones
artísticas antiguas que abrigan las montañas del país. A diferencia de lo que
se da como regla general en el Europa, donde las obras de arte rupestre hay que
buscarlas en el interior de las cuevas, en Namibia, y en la montaña de
Brandberg, muchas de las pinturas se hallan en el exterior, en las partes más
elevadas, algo resguardas de las inclemencias del tiempo.
Precisamente, la representación con la que se
encontró Reinhard Maack no se encuentra, hablando con exactitud, en una cueva. La Dama Blanca está en
una cornisa de la montaña, protegida por una pared de roca. Maack realizó este
descubrimiento en enero del año 1918 y fue él el responsable de la denominación
errónea con la que parece haberse quedado definitivamente esta figura.
Con posterioridad, Brueil creyó encontrar en la
representación motivos mediterráneos, atribuyendo su realización a navegantes
griegos, y en su figura central una delicada mujer occidental, de piel blanca.
Más tarde se contempló como idea más factible el que se trate de una cazadora.
Una cazadora de gran fuerza dinámica, vestida con leotardo blanco o con las
piernas embadurnadas de blanco y portando arco, flechas y una flor. La mujer
aparece en el centro de la escena, rodeada por un cortejo de múltiples
personajes más pequeños que ella incluyendo animales, lo cual puede denotar su
categoría. Asimismo, cabe señalar que existen otras representaciones de
similares características compositivas, como la Dama Blanca de
Damaraland y la Dama
Blanca de Auanrhet.
Fuente:
Texto extraído de Historia del Arte. Editorial Salvat
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