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El estilo de Igbo Ukwu

En la región africana del bajo Níger, a mediados del siglo XX, se encontraron fortuitamente varios objetos de bronce así como una cámara funeraria perteneciente a quien se cree era un gran dirigente religioso de los igbo, enterrado alrededor del año 1000. Este descubrimiento debe atribuirse a la familia Anozie y por este motivo a los yacimientos se les puso el nombre de sus miembros (lsaiah, Jonah y Richard).

Vaso ritual koma (Colección privada). Caracterizada por su cuello estrecho y las figuritas de animales y an-
tropomórficas que la decoran, esta pieza de terracota procedente de Camerún es una buena muestra del es-
tilo decorativo de los pueblos del Africa oriental.

Tarro con busto zande (Museo Horniman, Londres). Este jarro de cerámica 
ornada con una figurilla antropomórfica es típico del arte elaborado en arcilla
por los pueblos más ancestrales del Congo zaireño. Aunque originariamente 
se cree que los privilegios del artesano estaban sólo destinados a las mujeres, 
se conoce que gran parte de la producción escultórica está representada por fi-
guras femeninas predominantemente en la región del este, ya que en el resto 
del país se sufrieron las destrucciones iconoclastas de los misioneros cristianos
que vieron en la imagen metafórica de la "madre naturaleza" un signo de herejía
y de erotismo primitivista.

La excavación del emplazamiento fue llevada a cabo por el arqueólogo Thurston Shaw quien, en este primer momento, desenterró los esqueletos de cinco individuos, que probablemente eran esclavos al servicio de su amo, cuyos restos se hallaron un metro por debajo. Acompañando los cuerpos se encontró una gran cantidad de objetos: artefactos de marfil y madera, fragmentos de tejidos, cuentas de cristal y coralina, cerámica, cuchillos y unos 25 utensilios de bronces y varios objetos metálicos para uso personal (brazaletes, abanico, etc.), confeccionados mediante la técnica de la cera perdida.

Altar (Patronato de los Museos Nacionales, Edimburgo). Pieza de la etnia  igbo, 
procedente de Nigeria, que tiene una función ceremonial. Está esculpida en arci-
lla y representa con gran realismo a cuatro personajes: el gobernante sosteniendo 
un cuerno para beber, sus dos esposas embarazadas y un niño con un gong.

Para obtener la datación de todas estas piezas, se utilizó la técnica del radiocarbono, resultando fechadas en torno al año 900 d. C.; mucho antes de los bronces de Ifé y de las esculturas del palacio del Oba, en Benin. Igualmente, las obras de Igbo Ukwu superan a las anteriormente citadas en la calidad del metal utilizado para su confección. Parece ser que el cobre empleado en Igbo contiene como mínimo de un 5% de estaño; todo esto no hace sino demostrar el alto grado de refinamiento y técnica de esta cultura a la hora de confeccionar sus obras.

Entre las piezas sacadas a la luz en Igbo Richard, cabe destacar un objeto de bronce, representando un cráneo de leopardo engarzado en una varilla metálica, probablemente de cobre. Este elemento se halló junto a los restos del personaje principal enterrado en este yacimiento, así como una estatua ecuestre de peculiar belleza.

Pieza de altar igbo (Museo Nacional de Escocia, Edimburgo). Dedicada al espiri-
tu Yam, esta pequeña escultura de terracota de 40 cm presenta un grupo compues-
to por una figura central de un gobernante bebiendo de un cuerno sagrado, flan-
queado por sus dos esposas, quienes exhiben con indisimulado orgullo su avanza-
do estado de gestación. Creado en el siglo XIX por artesanos nigerianos del pue-
blo de Osisa, se cree que esta pieza de alfarería decorada con barnices marrones 
probablemente sirvió como objeto de culto supersticioso.

El más importante de los objetos hallados en el yacimiento Igbo Isaiah, es un recipiente de bronce, consistente en un pie con decorado con motivos geométricos que sostiene un cuerpo en forma de vasija ornamentada por ondas entrecruzadas. Toda la pieza está envuelta por una red metálica que simula una cuerda. Se desconoce la funcionalidad exacta de este objeto, si bien se han lanzado varias hipótesis al respecto. De todos modos, parece evidente que no era para uso doméstico y tenía que tener una función ritual.
Máscara ikorodo igbo (Museum of Mankind. Londres). Este tipo 
de máscara funeraria de bronce representa el espíritu de una joven
doncella de rasgos finos y marcados tatuajes faciales en las meji-
llas y rodeando sus ojos modiglianescos.
El elaborado y sofisticado peinado remite simbólicamente a la edad
de la mujer. Los igbo consideraban estas máscaras como la encarna-
ción de un muerto que sigue ocupándose de sus descendientes direc-
tos. Su colocación ritual durante las fiestas agrícolas anuales es un 
presagio de prosperidad para toda la comunidad, beneficiándose de 
una buena cosecha rindiendo tributo a la juventud y la fecundidad.

En el yacimiento de Igbo Jonah, a parte de numerosos objetos de hierro, cobre y terracota, sobresalen excelentes utensilios cerámicos ornamentados con motivos geométricos y zoomorfos, cuya funcionalidad era con toda probabilidad ritual.

Si tenemos en cuenta la naturaleza del territorio del bajo Níger, sorprende la utilización de ciertos materiales presentes en las obras, tales como la cornalina, el cristal y el cobre. En el caso de los dos primeros, parecen proceder de la India, hecho que probaría la existencia de un intercambio entre las dos regiones, así como de rutas comerciales, ya en la época. Por otra parte, se ha discutido mucho sobre la procedencia del cobre usado para obtener el Ukwu. bronce con el que se realizaron las piezas Igbo.

Debemos especificar que en aquel momento se desconocía la existencia de depósitos de cobre en la región. Por consiguiente, el material tuvo que ser importado desde otro lugar, como podría ser las Montañas de Air (al norte de Igbo Ukwu), el Congo o las minas de Azelik y Marandet, en el actual Níger. De la misma manera, se han hallado peque­ ños depósitos de cobre cerca del poblado de Abakaliki.

Además del hecho de que el material procediera básicamente del exterior, otro hecho que pone en duda la realización de estas piezas por el pueblo Igbo Ukwu es el hecho de que no se han encontrado restos de una manufactura de fundición de bronce en el mismo sitio. Al respecto, se han barajado varias teorías que contemplan la posibilidad de que los bronces fueran importaciones, trabajos locales realizados por artesanos extranjeros o, simplemente, piezas locales sin relación alguna con la tipología habitual en el área.
Cuenco de bronce igbo. Los jarros y los recipientes de la cultura lgbo realizados en bronce son exquisitamente refinados y están decorados con unos elaborados detalles ornamentales. Algunos presentan también bajorrelieves muy naturalistas que erróneamente se creyeron inspiradas en las formas de la Grecia clásica y que aún hoy continúan produciéndose en algunas tradiciones artísticas africanas.

El descubrimiento de algunas piezas en emplazamientas relativamente alejados de Igbo Ukwu (delta del Níger y las inmediaciones del río Cross), ha puesto de manifiesto la enorme afinidad tanto técnica como estilística a las piezas anteriormente descritas. Esto no ha hecho más que añadir más interrogantes al misterioso origen de las obras de esta cultura del bajo Níger. ¿Es probable que se exportaran bronces, o hubo un taller itinerante conocedor del estilo, que viajó por la zona? La falta de nuevos hallazgos arqueológicos y de una prueba fehaciente de la existencia de una industria de fundición en la región no permiten, de momento, dar lma respuesta definitiva a todas las dudas que los bronces de Igbo Ukwu plantean.

Fuente: Texto extraído de Historia del Arte. Editorial Salvat

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