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Artistas de la A a la Z

Damián Forment (h. 1480-1540)



Forment, Damián (Valencia, h. 1480 - Santo Domingo de la Calzada, La Rioja 1540). Escultor español, considerado el más productivo de la Corona de Aragón​ y uno de los primeros introductores del Renacimiento en España.


Biografía

Hijo de Pablo Forment, escultor originario de Alcorisa (Teruel), y de Beatriu Cabot y hermano menor de Onofre Forment, nació en Valencia hacia 1475-1480.​ Se formó junto con su hermano en el taller paterno y en 1499 contrajo matrimonio con Jerónima Alboreda, con la que tuvo cuatro hijas. Antes de abandonar Valencia colaboró con su padre y su hermano entre 1500 y 1503 en el retablo eucarístico del antiguo convento de la Puridad, actualmente conservado en el Museo de Bellas Artes de Valencia,​ y se hizo cargo, entre otras labores, del desaparecido retablo mayor de la colegiata de Gandía y del retablo del gremio de los plateros o de San Eloy en la iglesia de Santa Catalina de Valencia. En 1505 se documenta la talla de un Crucifijo labrado para la catedral de su ciudad natal que podría haber abandonado a la muerte de su padre, en 1508, al hacerse cargo del taller familiar su hermano mayor, pues solo un año después se le documenta ya en Zaragoza.​

Ampliación de conocimientos

Se cree según el tratadista Jusepe Martínez, que hizo una estancia en Italia donde habría completado su formación. Parece, por otro lado, que Jaime Vicente, escultor valenciano, también lo tuvo como discípulo.​

Ciclo de madurez

Trasladado a Zaragoza en 1509 contrató su primer gran encargo en el templo del Pilar (Zaragoza), en el retablo del altar mayor que los comitentes le impusieron que tomara como modelo el retablo gótico de la Seo y con temario mariano. Construyó otros dos retablos para la ciudad de Zaragoza, el de la iglesia de San Pablo y el de San Miguel de los Navarros. El segundo encargo catedralicio se lo hicieron entre 1520 y 1534 para la catedral de Huesca muy parecido al de la Basílica del Pilar, con tres escenas principales el Camino del Calvario, la Crucifixión y el Descendimiento.

Montó un taller de gran importancia en Zaragoza, con numerosos discípulos y aprendices; en este obrador se realizaron más de veinticinco retablos. Uno de sus mecenas más importantes fue el obispo de Lérida, Jaime Conchillos, de origen aragonés que le hizo varios encargos de retablos para la ciudad de Zaragoza, entre ellos el de su capilla funeraria en la antigua Capilla de Nuestra Señora del Pilar y además otros en la población natal del obispo: Tarazona. ​Llegó a tener en marcha a la vez que el taller de Zaragoza, otro dos, uno en Huesca y otro en Tarragona.

Su obra más importante y polémica es el retablo para el monasterio de Poblet (Tarragona), que le encargó el abad Caixal, en alabastro blanco. Se hizo la obra entre 1527 y 1529, contando con muchos colaboradores. Consta de cuatro cuerpos horizontales y el remate con un calvario. En el primero y tercer cuerpo se representan escenas de la vida de Cristo en relieve dentro de nichos avenerados, en el cuarto cuerpo se ven los doce apóstoles con la figura central del Salvador y en el segundo está dedicado a la Virgen María, escultura que preside el retablo, acompañada por santos y santas. Le acusaron de "no poner buen mármol" y deficiencias en la talla (sobre todo ornamental), por lo cual no cobró lo estipulado en el contrato. Está restaurado y es la obra de estilo renacimiento más importante que tiene el monasterio de Poblet.

Murió cuando estaba trabajando en el retablo de la catedral de Santo Domingo de la Calzada contratado en 1537 y realizado en madera. Forment dejó numerosos discípulos y seguidores como Juan de Salas y Gregorio Pardo, hijo de Felipe Vigarny.


Galería
Iglesia de San Miguel de los
Navarros (Zaragoza), 1518

Nuestra Señora del Coro, h. 1515

Vicenzo Foppa (h. 1426-1515)



Foppa, Vincenzo (Brescia, h. 1426-Brescia, 1515) Pintor italiano. 

Biografía

Nacido en las proximidades de Brescia, ciudad que entonces era parte de la República de Venecia, y establecido en Pavía alrededor de 1456 trabajando allí para los duques de Milán (teniendo en 1471 como uno de sus principales colaboradores a Zanetto Bugatto), también fue muy activo en Bérgamo; luego resultó el más eminente de los representantes de la llamada Escuela Lombarda de Pintura. Foppa retornó a Brescia en 1489.

Arte

En su formación influyeron tanto los elementos locales como los de Venecia (Stefano y Jacopo Bellini) y de Padua (Andrea Mantegna) como se pone de manifiesto en su primera obra documentable: Los tres crucifijos o El Calvario (1456).

La poética que se encuentra en la pintura de Foppa es típicamente lombarda, es decir, caracterizada por el perceptible y concreto plasticismo que se le confiere a los volúmenes y un sobrio planteo espacial.

Al trabajar durante un tiempo en numerosas estancias de Liguria, Foppa enriqueció su lenguaje con motivos del arte flamenco y del arte provenzal.

En su madurez asimiló aportes estéticos procedentes del Bramante, el Bramantino y Leonardo da Vinci.

Ya en vida, Foppa, fue aclamado por su destreza en la realización de perspectivas y escorzos.


Galería
Virgen con el Niño y los santos, 1476

Retablo Fornari. 1489.

Domenico Fancelli (1469-1519)


Fancelli, Domenico (Settignano, 1469 - Zaragoza, 1519) también conocido por Domenico de AlexandreEscultor italiano que trabajó fundamentalmente en España, donde fue uno de los introductores del Renacimiento. Sus obras más destacadas son el sepulcro del cardenal Diego Hurtado de Mendoza, en la catedral de Sevilla, y el de los Reyes Católicos en la catedral de Granada.


Biografía

Nació en Settignano, cerca de Florencia. Se sabe apenas de historia acerca de su etapa de formación, que debió de tener lugar en Florencia y en Roma. Por encargo del conde de Tendilla, esculpió en Génova el sepulcro de Diego Hurtado de Mendoza, hermano del conde, que había fallecido en 1502. Posteriormente el sepulcro fue transportado a Sevilla y Fancelli lo situó en la catedral.

Hacia 1510 recibió el encargo de realizar el sepulcro del príncipe Don Juan, heredero prematuramente fallecido de los Reyes Católicos, para el Real Monasterio de Santo Tomás, en Ávila, y el éxito que alcanzó con esta obra le valió que se le encargase la que es probablemente su obra más conocida, el sepulcro de los Reyes Católicos en la Capilla Real de la catedral de Granada, terminado en 1517. Recibió también el encargo de realizar los monumentos sepulcrales de los reyes Juana y Felipe de Castilla, pero murió antes de llevarlos a cabo. Fue sustituido en estas obras por Bartolomé Ordóñez.

Tuvo una gran influencia en la escultura española, como puede verse en la obra de artistas como Vasco de la Zarza.


Galería
Detalle del sepulcro del príncipe Don Juan de Aragón y Castilla


Sepulcro de Reyes Católicos en la catedral de Granada

Giovanni Maria Falconetto (1468-1535)



Falconetto, Giovanni Maria (Verona, 1468 - Padua, 1535) Pintor y arquitecto renacentista italiano. Como pintor realizó una serie de frescos en varias iglesias de Verona. Muestras de su trabajo como arquitecto son la puerta de San Giovanni y el arco de la plaza dei Signori, también en Verona, y la villa dei Vescovi, en Luvigliano, cerca de Padua.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Galería
Frescos de la catedral de Verona
Frescos de la catedral de Verona, 1503

Acuario
Acuario, 1515-1520

Jean-Honoré Fragonard (1732-1806)



Fragonard, Jean-Honoré (Grasse, 5 de abril de 1732 - París, 22 de agosto de 1806) Pintor y grabador francés. Discípulo de Chardin y de Boucher, hizo un primer viaje a Italia en 1756, en compañía de Hubert Robert, y allí admiró la pintura de Tiépolo y de los barrocos. Abandonó la pintura académica de asuntos históricos para desarrollar libremente su propia fantasía y trabajar para una clientela privada aristocrática. Hasta 1769 realizó una serie de cuadros eróticos, reflejo de la sensualidad refinada del s. XVIII francés, que, pese a lo atrevido de sus temas, no resultan vulgares gracias a su agudeza psicológica y a una ternura poética muy personal: Les hasards heureux de l'escarpolette, en España llamado El columpio (Colección Wallace, Londres), La linda camarera (Museo de Estocolmo), La gimblette (La rosquilla) (Colección Bondonneau, París), etc. A partir de 1769 predominan en su obra los temas infantiles o de la vida familiar, y cuando trata temas "galantes", sus obras se caracterizan por la expresión de un sentimiento apasionado en lugar del erotismo ligero del período anterior: El beso furtivo (Ermitage, Leningrado), la serie de seis piezas titulada Progresos del amor en el corazón de las muchachas (Colección Frick, Nueva York), etc. Mostró gracia y soltura inigualables en sus numerosos dibujos a la pluma, a la sanguina y a la tiza.

Singular empuje manifiesta la carrera, de variado estilo, de Jean-Honoré Fragonard (1732-1806), pintor meridional, nacido en Le Grasse, pueblo de olivares y viñedos en Provenza. En 1752 obtuvo el codiciado Prix de Rome y consiguió aprovechar el tiempo en la Ciudad Eterna, aunque se sentía en ella un poco ahogado con tanto mármol y tantas estatuas y pinturas. Antes había sido discípulo de Chardin y Boucher.

El lienzo que le valió el premio era de tema bíblico (Jeroboán sacrificando a los ídolos), con noble estilo académico que supo cultivar en otras obras.

Las Baigneuses de Jean-Honoré Fragonard (Musée du Louvre, París) Una atmósfera llena de luces impregna estos cuerpos triunfantes de los que no está ausente la vena erótica. La morbidez de las formas, la fluidez de los paisajes y el preciosismo de las tonalidades de Fragonard son debidos a un meditado estudio de las obras de JordaensRubens y -aunque parezca sorprendente- Rembrandt, a quien tanto admiró.

En Roma dibujó los paisajes y jardines italianos, corriendo las regiones circundantes junto con Hubert Robert y el curioso Abbé de Saint-Non, estudioso de las antigüedades. Jamás perdió su recia personalidad, y, vuelto a París, ingresó en la Academia, en 1765, con su obra Coreso y Calirroe, y en 1769 se dedicó a la pintura de escenas galantes o intencionadas, con más vigor y más verve pictórica que Boucher. Más tarde, una vez que se hubo casado se dedicó preferentemente a la evocación de escenas familiares. Realizó un segundo viaje a Italia en 1773, y desde 1789 se estableció en su patria. Frago -como se le llamó, y como firmó a veces-, si se mostró atrevido en algunos de sus temas, en otras obras suyas denota ya una especie de obsesión romántica. Como buen meridional, se interesó por la Revolución, la cual, sin embargo, le dejó sumido en el olvido.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Obra comentada


Galería
El columpio, 1750

Jeroboam sacrificando a los ídolos, 1752

Diderot, Voltaire y la Encyclopédie de Jean-Honoré Fragonard

Denis Diderot fue uno de los personajes más importantes de la Francia de su tiempo. Nacido en 1713, murió en 1784, poco antes del estallido de la Revolución. Hombre que se interesó por todos los campos del saber y cuya inteligencia estaba a la altura de su voraz curiosidad fue encarcelado acusado de ateísmo al publicar su obra Carta a los ciegos, en 1749. Al salir de la cárcel, Diderot puso en marcha la que será su gran contribución a la cultura: la Encyclopédie. Esta colosal empresa que pretendía reunir el pensamiento ilustrado supone todo un ejemplo de optimismo en el hombre y su racionalismo.

Para llevarla a cabo, Diderot contó con la colaboración de más 130 personas de gran prestigio intelectual y con la importante ayuda de Madamme Pompadour, sin cuyos apoyos hubiera sido muy complicado que finalmente aparecieran los 22 volúmenes que, a lo largo de 21 años, vieron la luz.

Uno de los colaboradores más famosos en la escritura de esta compilación fue Voltaire, nacido François Marie Arouet. Gran escritor y filósofo, Voltaire puso sus ideas al servicio de la burguesía, a la que él mismo pertenecía. Él es la esencia de esa burguesía que está pidiendo un cambio en la Francia del siglo XVIII; él es la Ilustración. Muchas de sus ideas pertenecieron al ideario de la Revolución francesa, aunque siempre Voltaire se mostró partidario de una monarquía moderada. Por ejemplo, siempre atacó furibundamente a la religión y defendió la necesidad de permitir mayores libertades civiles.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Étienne-Maurice Falconet (1716-1791)



Falconet, Étienne Maurice (París, 1 de diciembre de 1716 - 24 de enero de 1791), fue uno de los principales escultores de estilo rococó franceses, siendo Madame de Pompadour su mecenas. Influido por la escuela barroca de la que puede ser considerado un maestro, Falconet aparece, en determinados aspectos, como un escultor neoclásico. Su obra más célebre es la estatua ecuestre de Pedro el Grande, llamada el «Caballero de Bronce», en San Petersburgo.

Biografía

Falconet nació en una familia pobre parisina oriunda de Bugey. Al principio, fue aprendiz con un carpintero, pero algunas de las figurillas en cuya elaboración se entretenía durante el tiempo libre, llamaron la atención del escultor Jean-Baptiste Lemoyne, quien le convirtió en alumno suyo. Falconet pudo así desarrollar sus dotes, atrayendo la atención de la marquesa de Pompadour que le encargó numerosas obras. Una de sus primeras esculturas que tuvo más éxito fue la de Milón de Crotona, que le aseguró su admisión en la Academia de Bellas Artes en 1754.

Llamó la atención del público en los salones de 1755 y 1757 con sus mármoles de L’Amour y la Nymphe descendant au bain (también llamada «La bañista»), que actualmente se encuentra en el Louvre. En 1757 Falconet fue nombrado director del taller escultórico de la nueva Manufacture royale de porcelaine en Sèvres, donde aportó nueva vida a la manufactura de pequeñas esculturas en porcelana de pasta blanda no vidriada que habían sido una especialidad de la predecesora de la manufactura de Sèvres, Vincennes.

La influencia del pintor François Boucher y del teatro y ballet contemporáneos quedan igualmente en evidencia en los temas de Falconet, y su estilo dulce, elegantemente erótico, de alguna manera tímido. Ya para empezar, Falconet creó para Sèvres un conjunto de figurillas de mesa elaboradas en biscuit (porcelana sin esmaltar) blanco de putti (los Enfants de Falconet), ilustrando las Artes, que pretendían complementar los servicios de mesa de gran gala de la manufactura. La moda de estas esculturillas ornamentales se extendió a la mayor parte de las manufacturas de porcelana de Europa.

Permaneció en su puesto de Sèvres hasta que fue invitado a Rusia por Catalina la Grande en septiembre de 1766, por recomendación de Melchior Grimm y de Diderot. En San Petersburgo ejecutó, tardando 12 años, una estatua colosal de Pedro el Grande en bronce, conocido como el Caballero de Bronce, junto con su alumna e hijastra Marie-Anne Collot. En 1788, de vuelta a París, se convirtió en director de la Academia de Bellas Artes, y realizó numerosas obras: Moïse et David («Moisés y David»), para la iglesia de San Roque (Saint-Roch), en París, Pygmalion («Pigmalión»), Alexandre Alejandro»), l’Hiver («El invierno»), la Mélancolie («La melancolía»), l’Amour menaçant («Cupido amenazador»), etc. Muchas de las obras religiosas de Falconet, encargos de diversas iglesias, fueron destruidas en época de la Revolución francesa. Sus encargos privados sobrevivieron mejor.

Encontró tiempo para estudiar griego y latín, y también escribió varios folletos sobre arte: Denis Diderot le encargó el capítulo sobre «Escultura» de la Encyclopédie, publicado separadamente por Falconet como Réflexions sur la sculpture en 1768. Tres años más tarde, publicó Observations sur la statue de Marc-Aurèle, que puede interpretarse como el programa artístico para su escultura de Pedro el Grande. Los escritos de Falconet sobre arte, sus Oeuvres littéraires alcanzaron los seis volúmenes cuando se publicaron por vez primera, en Lausana, en 1781-1782.

El encanto rococó algo engalanado y demasiado fácil se ganó la crítica de la Enciclopedia Británica del año 1911: «Sus producciones artísticas se caracterizan por los mismos defectos que sus escritos, puesto que, aunque ponen de manifiesto considerable inteligencia y bastante poder de la imaginación, muestran en muchos casos un gusto falso y fantástico, resultado, muy probablemente, de un excesivo esfuerzo por alcanzar la originalidad

En 2001/2002, cuando el Musée de Céramique de Sèvres organizó una exposición de la producción de Falconet para la manufactura de Sèvres, 1757 - 1766, se subtituló «l’art de plaire» («el arte de gustar».)

Fue el maestro y el padrastro de la escultora Marie-Anne Collot, que esculpió su retrato, actualmente en el museo de Bellas Artes de Nancy. 


Obra comentada

La alegoría de la escultura de Étienne-Maurice Falconet
La alegoría de la escultura, 1746

Milo de Croton de Étienne-Maurice Falconet
Milo de Croton, 1754

Reloj de las Tres Gracias de Étienne Falconet



Este artista realizó modelos para la fábrica de porcelana de Sevres, de la que más tarde sería director. Aunque el tema de esta pieza en biscuit de Sevres sea mitológico, es evidente que se trata de un pretexto para explorar la gracia juvenil de tres cuerpos femeninos.

(Musée du Louvre, París)

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Fischer von Erlach (1656-1723)


Fischer von Erlach, Johann Bernhardt (Graz, 20 de julio de 1656 - Viena, 5 de abril de 1723) Arquitecto y escultor austriaco. Ejerció gran influencia en la arquitectura barroca europea. Sus ideas influyeron profundamente en los gustos arquitectónicos en todo el Imperio Habsburgo y quedaron reflejadas en su obra Plan de Arquitectura Histórica y Civil (1721), uno de los primeros estudios comparativos de la arquitectura

Biografía

Nació cerca de Graz el 20 de julio de 1656, se formó en el taller de su padre que ejercía como artesano. Se trasladó con 16 años a Roma y allí en Italia residió los siguientes dieciséis años de su vida y fue donde se formó como arquitecto. En Roma se incorporó al taller de su compañero austriaco Johann Paul Schor y al del gran Bernini, lo que le dio la oportunidad de estudiar tanto la escultura y arquitectura antigua como moderna. Posteriormente se trasladó a Nápoles, donde amasó una considerable fortuna sirviendo al virrey español.

De regreso a Austria, en 1687, se erigió como un reconocido arquitecto y recibió múltiples encargos del emperador, la aristocracia y la Iglesia para construir y rehabilitar palacios y mansiones rurales y templos, por los que consiguió grandes alabanzas al liberar a la arquitectura austriaca del dominio estilístico de arquitectos italianos como Enrico Zuccalli y Ferdinando Galli da Bibiena, a pesar de que su obra está cargada de fuertes influencias del barroco italiano, donde residió tantos años. En 1687 obtuvo el cargo de arquitecto de la corte en el que trabajaría a las órdenes de tres emperadores.

Al servicio del emperador

La década de 1690 se ha descrito como la más fructífera de la carrera de Fischer, durante la cual adaptó el barroco italiano a las necesidades y tradiciones locales. En 1690, obtuvo gran éxito por la construcción en Viena de dos arcos triunfales de carácter temporal, levantados para celebrar la coronación de José I. Posteriormente se encargó de instruir a José I en el arte arquitectónico. En 1696, en homenaje a su labor le fue otorgado un título nobiliario.

En sus diseños del siglo XVII, Fischer von Erlach se vio influido por la curvatura de líneas de Bernini, que tratan de transmitir una sensación de movimiento. Otros focos de influencia en su obra son los Château de François Mansart y las villas clásicas palladianas, que pudo estudiar durante sus viajes a Prusia, Holanda e Inglaterra en 1704 y Venecia en 1707.

Así Fischer presidió la génesis y la primera evolución de una particular arquitectura barroca, que supondría el estilo preferido de la aristocracia austriaca en las siguientes décadas. Su diseño más emblemático de los años 90 fue el Palacio de Invierno del príncipe Eugenio de Saboya, comenzado en 1695 en Viena y que Hans Aurenhammer describía como "un nuevo tipo de palacio urbano caracterizado por su forma impresionante, la claridad estructural y la tensión dinámica de su decoración".

También plasmó su obra en Salzburgo, donde trabajó para el obispo de la ciudad, y donde destacan las iglesias de la Santísima Trinidad (1694–1702) y la Iglesia de la Universidad (Kollegienkirche), (1696–1707), en la que se acusa la influencia de Borromini

En su visita a Dalmacia redescubrió para la arquitectura europea occidental la construcción romana del Palacio de Diocleciano de Split.

Último estilo

Después de la muerte de José I en 1711, Fischer von Erlach recibió menos encargos del nuevo emperador Carlos IV y de su corte, siendo desplazado en gran parte por su rival Johann Lukas von Hildebrandt. En 1721 publicó la obra Entwurf einer Historischen Architectur (Plan de arquitectura civil e histórica) en la que comentó y dibujó grandes construcciones de la Historia de la Antigüedad y de su propia obra y con la que ejerció una gran influencia en la arquitectura posterior.

En esta última etapa su estilo pierde algo de su barroquismo para adoptar una parte de la arquitectura clásica romana. El Palacio Clam-Gallas en Praga, comenzado en 1713, fue uno de sus últimos diseños para un palacio estatal. La estructura, muy imitida por arquitectos posteriores, pone de manifiesto su entusiasmo por las fachadas de estilo palladiano, que se hizo cada vez más pronunciado en el último período de su obra arquitectónica.

Pero es la Iglesia de San Carlos Borromeo (Karlskirche) en Viena, iniciada en 1715, la que ilustra plenamente su último estilo de carácter más sintético. En esta estructura, completada por su hijo Joseph Emanuel, la ambición de Fischer fue armonizar los principales elementos y las ideas que subyacen en las iglesias más importantes de la historia de la arquitectura occidental, como son el Templo de Salomón en Jerusalén, la iglesia de Santa Sofía en Constantinopla, el Panteón y Basílica de San Pedro en Roma, Los Inválidos en París y la Catedral de San Pablo de Londres.


Obra comentada



Iglesia de Ottobeuren, de Johann Fischer, Munich

 


Iniciada en 1736 y terminada por Fischer doce años más tarde, la iglesia presenta cierto encanto por la armonización de los colores pastel de la decoración en contraste con el blanco del fondo arquitectónico. Externamente no muestra la complejidad del interior, destacando tan sólo por una fachada de cuerpo cóncavo fuertemente moldurado y las torres acabadas en cúpulas bulbosas que la flanquean. En el interior, sostiene la nave una rotonda central formada por los brazos semicirculares del crucero. 

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Gregorio Fernández (1576-1636)


Fernández, Gregorio (Sarria, Lugo, abril de 1576 - Valladolid, 22 de enero de 1636) fue un escultor español del Barroco, máximo exponente de la escuela castellana de escultura. Heredero de la expresividad de Alonso Berruguete y Juan de Juni, supo reunir a estas influencias el clasicismo de Pompeyo Leoni y Juan de Arfe, de manera que su arte se liberó progresivamente del Manierismo imperante en su época hasta convertirse en uno de los paradigmas del Barroco español.

La colección más importante de su obra se encuentra en el Museo Nacional de Escultura, en Valladolid. Fernández trabajó para las cofradías vallisoletanas, y el museo cede, como un hecho museístico singular, importantes piezas de sus fondos a las cofradías durante la celebración de la Semana Santa.

Biografía

Probablemente hijo de un escultor homónimo que vivió en Sarria al menos entre los años 1573 y 1583 y esculpió un San Lázaro para la parroquia del mismo nombre. Su madre contrajo nupcias dos veces, naciendo él de su primer matrimonio y su hermanastro Juan Álvarez del segundo, quien sería un ayudante muy destacado en su taller.

Se trasladó a Valladolid hacia 1600 o 1601 con unos 24 años de edad y práctica en el oficio, entrando en el taller de Francisco del Rincón que era por entonces el escultor más prestigioso de la capital castellana. Aquel taller estaba en la Puentecilla de Zurradores (hoy calle Panaderos). Llegó a ser oficial o asociado. En 1605 abre su propio taller. A la muerte del maestro (16 de agosto de 1608) Fernández tuteló y enseñó el oficio a su hijo mayor, Manuel de Rincón.

Se casó con María Pérez Palencia, madrileña, en 1605. Ese mismo año nació Gregorio, su primer hijo, bautizado el 6 de noviembre de 1605, que fallecería a los cinco años de edad. En junio de 1606 vivía en la calle de Sacramento (hoy Paulina Harriet), de Valladolid. Bautizó a sus hijos en la Parroquia de San Ildefonso. En 1607 nació su hija Damiana, que contraería matrimonio sucesivamente con cuatro esposos, dos de los cuales fueron escultores del taller de Gregorio Fernández. En 1615 adquirió las casas donde había vivido Juan de Juni, por el que sintió gran admiración.

Asistió en su propia casa a infinidad de desvalidos y hambrientos. Famoso y prestigioso como escultor y venerado por su virtud, fue considerado en vida casi un santo. Antes de trabajar se postraba en profunda oración, ayunaba y se sometía a penitencia. Este misticismo se guiaba por los mismos principios de Bernini o Martínez Montañés; esculpir una imagen religiosa era un compromiso de fe.​

Sufrió serios y recurrentes problemas de salud desde 1624 hasta que falleció el martes 22 de enero de 1636. Fue sepultado en el Convento del Carmen Calzado, frente al que vivía y para el que había trabajado, que ocupaba el terreno donde hoy se ubica el antiguo Hospital Militar.​ Según Floranes (citado en FJ Juárez, 2008), al abrirse la tumba en 1721 para sepultar a sus nuevos propietarios, el cuerpo del escultor estaba entero. La sepultura se ubicaba a la entrada del templo: En el cuerpo de la iglesia junta a la pila del agua bendita, baxo de una lossa, yace aquel gran varon estatuario Gregorio Hernández, gallego de nación, especialissimo en su facultad, como lo publican tantas hechuras de sus manos como están repartidas en Valladolid y otras provincias.


Galería
Piedad, 1610-1612
Cristo flagelado, 1616

Punto al Arte