Punto al Arte: Entre la uniformidad y la reivindicación individual

Entre la uniformidad y la reivindicación individual

Todo lo dicho conlleva un enriquecimir.nto por lo que concierne a las fuentes de conocimiento y una popularización de sus recursos; por otro, no obstante, se corre el riesgo de caer en una uniformidad característica de estos tiempos de globalización. Curiosamente, buena parte de los creadores de estos últimos años han sabido evitar este peligro, consiguiendo configurar unas poéticas propias, las cuales -quizás por razones de proximidad cronológica-, impiden agruparlos en tendencias definidas y claramente diferenciadas. Finalmente, el hecho de que exista un fácil y veloz acceso a la información gracias a la tecnología ha ocasionado que las sucesivas modas se sucedan a una velocidad, si cabe, aún más vertiginosa.

Otro factor que hay que tener en cuenta, al estar también en relación con el mundo de posibilidades que ofrece Internet, es que, a la referencialidad propia de la postrnodemidad, en la actualidad se suma la de un eclecticismo de mayores dimensiones, en el que todo parece ser válido y donde las citaciones se multiplican hasta el infinito.

Así, aparte del cometido jugado por el ámbito de la informática, y la recuperación de los soportes tradicionales, hay que subrayar la presencia de la fotografía, y la creciente apreciación que está teniendo por parte de especialistas, museos y galerías, así como del público.

Sin título de Gerhard Merz expuesta en 1992 en la Documenta IX (Kassel). El autor cree en un arte eterno y pretende llevar al extremo la claridad formal de la obra. Las raíces de su trabajo derivan de ese formalismo y de la búsqueda de la causa que caracteriza la objetividad. A partir de 1990 realiza una síntesis entre pintura y arquitectura, desarrollando la "Archipintura", que fue la denominación que se le dio a su resultado. Los puntos culminantes de su carrera fueron la exposición que da en 1992 en Documenta (Kassel, Alemania), y su presentación, junto a Katharina Sieverding, en 1997 en el pabellón alemán de la Biennale de Venecia. 

El ser humano y sus habilidades cognitivas están en el centro del universo del arte último. Muchas de las experimentaciones de los creadores actuales se concentran en este tema, intentando ir más allá de lo que la tradición y todo lo que otros artistas anteriores a ellos pretendieron lograr. En este sentido, el peso que juega la libertad de expresión de los nuevos tiempos es fundamental, concibiendo el cuerpo y la psique del hombre de forma tan ilimitada como las distintas sociedades lo permiten.

Por otra parte, las reivindicaciones de género han encontrado una feliz era para poder seguir desarrollando algunos de los presupuestos que se generaron desde finales de la década de 1960 y principios de la de 1970. La fotografía, así, ha resultado una herramienta muy eficaz porque ilustra con verismo la imagen del cuerpo humano en una era de transformaciones (entre ellas, las concernientes al hombre mismo, tales como la cirugía estética, cuestiones de orientación e identidad sexual, etc.).

Oh, Charley, Charley, Charley de Charles Ray, obra exhibida en 1992 en la Documenta IX (Kassel). Este autor es uno de los más importantes del ambiente artístico de la década de 1990. Sus trabajos exploran la volatilidad del momento y la incertidumbre del ser. Los mismos giran sobre el surrealismo, lo ordinario en lo extraño. Mediante trabajos minimalistas, abstractos, y figurados, Ray explora la autenticidad y el significado de la representación.

Los nuevos soportes se han convertido en la base esencial del lenguaje expresivo artístico contemporáneo. En este sentido, los soportes" físicos" tradicionales han dejado de ser omnipresentes, dando paso a una nueva apuesta menos material. En otras palabras, una buena parte de la producción actual se presenta como videoarte o arte multimedia, en el que el soporte tiene una función alternativa. Lo importante reside en la creación del artista, y en lo que el espectador percibe mediante sus sentidos, más que en el objeto físico. Así, el arte existe en un universo menos palpable, estableciendo una relación cognitiva entre creador y espectador. En ésta, se produce una punción de los sentimientos del visualizador, que responde al estímulo de la creación artística mediante un poderoso feedback. Por ello, las obras contemporáneas suelen apelar a la empatía del espectador, siendo éste quien determine la inclusión del creador en el star-system del arte, aunque, a pesar de su supuesta liberalización, éste sigue subyugado a las decisiones de los galeristas y de ciertos ámbitos gubernamentales relacionados con la esfera de la cultura.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

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