Simultáneamente a Kandinsky en Munich dos años antes,
Kupka fue el primero en exponer en el Salón de Otoño parisino de 1912 una obra
totalmente abstracta en su forma y concepción. Creador de un lenguaje muy
personal con el que expresaba valores formales universales y esencialistas,
basados en barras verticales generalmente superpuestas, rehuía de la necesidad
de imitar o copiar una realidad exterior. Por esta misma razón, siempre mantuvo
distancias artísticas con el cubismo, que trataba de reconfigurar el mundo
externo, aunque estableció relaciones de amistad con artistas del movimiento
cubista como los hermanos Villon.
(Narodni Galerie, Praga).
Fuente: Historia del Arte. Editorial
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