Nacido en 1848, Paul Gauguin sólo
comenzó a dedicarse plenamente a la pintura a partir del año 1883. Esta
decisión, además de acarrearle la pobreza, provocó que le abandonaran su mujer
y sus hijos. En 1891, gracias al dinero reunido con la venta de una treintena
de pinturas en una subasta, el pintor emprendió un viaje a Tahití con la
intención de empaparse de elementos de arte primitivo, permaneciendo en la isla
hasta 1893.
El carácter bidimensional de las
formas humanas, el perfil de las cabezas en contraste con lo frontal de los
cuerpos y las dos figuras como extraídas de un jeroglífico que se mezclan con
el fondo frondoso, dan cuenta clara de esta tendencia. Gauguin, que consideraba
el primitivo arte egipcio como el más interesante de todo el arte antiguo y uno
de los más importantes del mundo occidental, ya había hecho uso de este
esquematizado lenguaje ideográfico en cuadros como Su nombre es Vairaumati (1892).
En el caso de Ta Matete, no ha logrado establecer
ninguna relación adecuada entre la configuración formal de las personas, con
sus cambios de perspectiva de frente y de perfil, y el tema del cuadro. Después
de elaborar esta pintura, consecuentemente, se ofrece menos propenso a utilizar
elementos de la cultura antigua.
La escena del cuadro se encuentra
protagonizada por las prostitutas que se ofrecían en el mercado de Papeete, por
lo que posiblemente la intención del artista es criticar la situación existente
a raíz de la irrupción occidental en los Mares del Sur en aquella época.
Gauguin aplica en este óleo su
particular técnica de delimitación de contornos, que ya había empleado en las
obras realizadas en Bretaña. La paleta empleada por el artista en la confección
del cuadro está integrada por colores vivos. El pintor ha aplicado superficies
planas de rojos, amarillos, naranjas, grises y azules de manera arbitraria a la
realidad -obsérvese el amarillo del cielo en el fondo y el azul morado del
tronco de los árboles-.
En primer plano, a la derecha, es
importante destacar el corte en la figura de una de las protagonistas de la
composición: se trata de un recurso fotográfico utilizado frecuentemente por
algunos pintores del movimiento impresionista, con el cual Gauguin había
establecido vínculos anteriormente. En la misma mujer se distingue también la
detallada y vigorosa composición de su pareo, que manifiesta el arte pictórico
japonés como otra importante influencia común entre Gauguin y los
impresionistas.
La obra de Gauguin, que abrió
nuevos horizontes estéticos en las generaciones posteriores, ejerció una
poderosa influencia en los artistas pertenecientes a los movimientos
expresionistas y fauvistas.
Ta Matete, compuesta en 1892, mide 73 X 92 cm. y se encuentra en el
Kunstmuseum de Basilea.
Fuente: Historia del Arte.
Editorial Salvat.
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