La escena de La extracción de la piedra de la locura se concibe en el interior
de un círculo, al aire libre, ante un extenso paisaje. Un extraño cirujano, con
un embudo como sombrero y un jarro pendiendo del cinturón, opera en la cabeza a
un hombre sentado en el sillón. Un fraile observa la escena y, a la derecha,
una mujer, con un libro sobre la cabeza y apoyada sobre una mesa redonda de pie
bulboso, contempla atentamente la operación.
Esta tabla resulta
particularmente enigmática por el tratamiento del tema, frecuentemente presente
en la literatura y en la pintura de los siglos XV y XVI en los Países Bajos. La
Extracción de la Piedra de la Locura era una supuesta operación quirúrgica
realizada durante la Edad Media. Según los testimonios escritos, este rito
simbólico consistía en la extirpación de una piedra que causaba la necedad en
el hombre, la suprema estupidez. Incluso un proverbio neerlandés dice “quien no
es completamente normal tiene una piedra en la cabeza”.
Lo que se aprecia en las pinturas
de los sucesores del Bosco, es que lo que el cirujano saca de la cabeza del
paciente es una piedra, mientras que este artista, quizá más gráfico y
expresando mejor la verdad de lo que quiere representar, sustituye la piedra
por una flor, similar a la que yace sobre la mesa del supuesto médico, que en
el mundo medieval simboliza la reproducción.
Para algunos autores la escena
representaría, pues la castración, que como ha comentado Rof Carballo, se ha
practicado en la Edad Media, en forma epidémica, como necesaria para el ingreso
en determinadas sectas religiosas. Se trataba de obtener una cierta ascesis
eliminatoria del cuerpo de lo que pudiese ser fuente de pasión y desvarío.
El círculo está rodeado de una
decoración dorada sobre fondo negro y una leyenda en hermosas letras góticas,
igualmente doradas, que enmarca la escena. En la parte superior se lee:
“Meester snijt die Keye ras” y en la parte inferior: “Myne name is lubbert das”.
Está inscripción adquiere diferente significado dependiendo de la traducción de
la palabra “lubbert”. Así sería, “Maestro, quítame la piedra, mi nombre es
lubbert Das/ tímido o tejón castrado”.
El personaje que opera lleva en
la cabeza un embudo, tal vez alegoría de la locura, o según Castelli, emblema
fálico. Está acompañado por dos religiosos, un clérigo y una monja, ésta lleva
sobre su cabeza un libro cerrado; esto indica que sean alegorías de la
superstición y la ignorancia, de la cual se acusaba frecuentemente al clero.
Otro elemento es el jarro que
pende del cinturón del cirujano. Brand Philip ha estudiado las imitaciones del
siglo XVI de este cuadro de El Bosco, muy semejantes entre sí, donde han
desaparecido el embudo y el libro de las cabezas del cirujano y de la mujer;
pero en cambio, el jarro continua, no colgado del cinturón del cirujano, sino
en un hueco hecho en la mesa, dejándose abierta la portezuela para que lo
veamos.
Los colores brillantes truecan en
aéreas finuras en la inédita concepción del amplio paisaje del fondo, del todo
nuevo en el arte holandés, pero no insólito en otras obras juveniles del
pintor.
La extracción de la piedra de la locura, de 48 x 35 cm, es original
de la primera o segunda juventud de El Bosco, hacia 1474-1485 y se conserva en
el Museo del Prado de Madrid.
Fuente: Historia del Arte.
Editorial Salvat.