Este
capítulo recorre la historia del arte griego, a la que ha establecido como
origen aproximado el año 1000
a . C., cuando se produce la invasión por parte de los
dorios y se inicia un cambio de mentalidad en los habitantes de lo que será
Grecia, que comienzan a dejar atrás las brumas de la concepción mitológica del
mundo por la diáfana razón.
Koré
con jítón y manto
(Museo de la Acrópolis,
Atenas). |
Este proceso mental y las tensiones entre
dóricos y jónicos tendrán una poderosa influencia en el devenir del arte griego
-muy influenciado por la prestigiosa cultura micénica-, que en esta época que
se ha convenido en denominar arcaica deja algunas de sus manifestaciones más
bellas. Es el caso de las espléndidas esculturas de figuras, la masculina,
llamada kuros (kúroi, en plural) y la femenina, llamada koré (kórai, en
plural), obras idealizadas en las que se descubren las normas y valores de la
sociedad griega de ese tiempo, que sólo permitía que tuvieran un retrato los
dioses o los héroes, aunque esta ley no siempre se respetaba y para muchos
mortales era posible disponer de esos retratos que les acercaban a su ilusión
de inmortalidad.
Fuente:
Historia del Arte. Editorial Salvat.
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