Aunque su estilo es una síntesis de los
mundos oriental y occidental, evoluciona hacia la abstracción. Convertido a la
fe Bahai, que predica la unidad de toda la humanidad, a modo de realidad
indivisible que no deja lugar a la multiplicidad, Tobey afirma que, por encima
de todo, en la pintura le interesa el espacio, no como vacío, sino como un
enorme almacén de energía.
(Instituto de Arte, Chicago)
Fuente: Historia del Arte.
Editorial Salvat