Pintado en 1883, la emoción, el estado de ánimo y la
expresividad morbosa, atrajeron poderosamente a este pintor de la decepción y
la angustia. Tras 1886 evoluciona de una pintura de interiores de tono oscuro
hacia una temática diferente, introduciendo una gama de colorido más clara. Su
pasión por la psicología le llevó a culminar su obra con un gran friso de la
vida humana, en el actual, en el cual la distorsión de la línea y la
agresividad del color son los vehículos de un expresionismo exacerbado.
(Crédit Communal, Burselas)
Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat