La obra de este pintor japonés, establecido
en París en 1913 , puede resumirse como una síntesis perfecta entre la
tradición japonesa y el espíritu occidental, realizada con un grafismo firme y
preciso y un gusto por los acabados brillantes como los del lacado.
(Maison du Japan, París)
Fuente: Historia del Arte.
Editorial Salvat.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario.