En esta pintura de 1941 aparecen los ingredientes básicos
de este surrealista que, como Magritte, ha pasado su vida en Bélgica. Plantea
una vuelta a la perspectiva renacentista con influencias de Piero della
Francesca. Mientras las mujeres se pasean voluptuosas y desnudas, como
ensimismadas en su propio sueño, los hombres, vestidos convencionalmente,
discuten entre sí, ignorando olímpicamente su presencia.
(Colección Crédito Comunal de Bélgica, Bruselas)
Fuente: Texto extraído de Historia del Arte. Editorial
Salvat
Pintada en 1938, en esta obra, el artista reproduce una
ciudad clásica para servir de marco al mito de la inalcanzable mujer soñada. El
personaje masculino se asoma a la puerta del ensueño como para asistir
impotente a la freudiana danza macabra en que el amor es un mero episodio entre
la vida y la muerte.
Crespi, Daniele(Busto Arsizio, h.1590-1597 – Milán, 19 de julio de 1630) Pintor manierista italiano de la escuela lombarda.
Biografía
Daniele Crespi se formó en la escuela de pintura creada por Federico Borromeo (1564 – 1631) en la Pinacoteca Ambrosiana de Milán, donde su maestro fue Giovanni Battista Crespi (1573 – 1632) apodado el Cerano, y quien se cree que fue un pariente de Daniele.
La leyenda dice que para pintar mejor los espasmos de muerte se vio envuelto en un asesinato, y por esta razón, se refugió en el monasterio de Milán (Cartuja de Garegnano).
Aunque murió joven a causa de la peste, su producción artística fue grande y su obra se considera una de las expresiones más típicas del espíritu celoso de la Contrarreforma (que afectó a Milán en ese momento,) dejando entre otras obras, una Deposición de la Cruz, una Lapidación de San Esteban y La vida de San Bruno, en el monasterio de la Cartuja en Milán.
Daniele Crespi, Il Morazzone (1573 – 1626) y Giulio Cesare Procaccini (1574 – 1625) son conocidos como los "pintores de la peste" (pestanti), además, los tres fomentaron la Contrarreforma aumentando las representaciones del entonces recientemente canonizado Carlos Borromeo, los mártires y los milagros. Así, Daniele pintó La Cena de San Carlos Borromeo en la Iglesia de Santa María de la Pasión, el cual es su trabajo más conocido, en el que con su composición sencilla y emocional refleja los ideales de la pintura defendida por el Concilio de Trento.
Szilvashi, Tiberiy (Mukachevo,
Transcarpatia, 13 de junio de 1947).
Graduación de 1966 de la Escuela
de Arte Estatal Taras Shevchenko.
1972 graduación del Instituto
Estatal de Arte de Kiev.
Premio 1995 como "Artista
del año" en Ucrania. El mismo año tiene beca de adjudicación por parte del
municipio de Munich.
2013 académico, miembro
correspondiente de la Academia Nacional de las Artes (Ucrania).
Orden de 2015 "Para la
valentía intelectual" por la revista independiente «Ї».
Muchas de las obras de Tibery
Szilvashi se encuentran en colecciones públicas y privadas en Munich, Viena,
Nueva York y otras ciudades de Europa y el cofundador de los Estados Unidos del
grupo de arte Alliance22.
Botero, Fernando
(Medellín, 19 de abril de 1932 - Mónaco, 15 de septiembre de 2023) Dibujante, pintor y escultor
colombiano, el más importante artista colombiano de las últimas décadas, nacido
en la ciudad de Medellín el 19 de abril de 1932.
Biografía
Aparte de los breves estudios
realizados en la Academia de San Fernando de Madrid y luego en la de San Marcos
en Florencia, hay que señalar que Fernando Botero es un autodidacto. Desarrolló
un estilo personal: figurativo y realista. Empezó a los dieciséis años como
dibujante del suplemento literario del periódico El Colombiano, cuando aún
cursaba sus estudios en el colegio. A los dieciocho años, Botero fue expulsado
del colegio de los jesuitas donde estudiaba bachillerato por haber publicado un
artículo titulado Picasso y el no conformismoen el Arte.
En 1951, realizó su primera exposición individual en Bogotá. Con el dinero allí
recaudado, se estableció luego en Tolú. Después de participar en el IX Salón de
Artistas Colombianos (Bogotá, 1952), donde obtuvo el segundo premio con su
cuadro Frente al mar, y tras realizar dos exposiciones de sus obras en
Santafé de Bogotá, a los 20 años viajó a Europa (Barcelona, Madrid, París,
Florencia).
Ingresó en la Academia de San
Fernando y trabajó durante un año en el Museo del Prado. Cuando volvió a su
país, repitió sus éxitos en las exposiciones: en 1957, consiguió el segundo
premio en pintura del X Salón de Artistas Colombianos, con su óleo Contrapunto;
en 1958, primer premio en el XI Salón Nacional con el óleo La Camera degli
Sposi. Aunque desde 1960 reside en el extranjero (doce años en Nueva York y
luego en París e Italia), se siente el más colombiano de los artistas
colombianos. Algunos de sus cuadros más famosos son: La comida con Ingres y
Piero della Francesca (1972), Obispos muertos (1965), Dictador tomando
chocolate (1969), Familia con animales colombianos (1970), Toro
muriendo (1985), Muerte de Ramón Torres (1986), La Mona Lisa de
doce años, Sillón con mandolina, El niño de Vallecas, Los músicos
(1979), La madre priora (1980), La casa de los gemelos Arias
y La apoteosis de Ramón Hoyos.
A partir de 1976, Botero se
dedicó a la escultura. Su primera exposición como escultor tuvo lugar en el
Gran Palais de París en 1977, con trece esculturas. Luego, en 1978, el artista
presentó una serie de 32 obras en la Galería Brusberg de Hannover. La calidad
de sus esculturas se hace más manifiesta cuando agiganta un fragmento del
cuerpo humano o lleva al absurdo el contraste entre dos figuras o partes del
cuerpo. Los más grandes reconocimientos al valor de su trabajo escultórico lo
representan su exposición en los Campos Elíseos de París (1992) y en la Quinta
Avenida de Nueva York (1993). Todos sus trabajos tridimensionales tienen un
carácter arcaizante. Ello se debe, según explicaciones del propio
artista, a su deseo de buscar las raíces en el arte precolombino y a cierta
influencia del arte popular mejicano. Algunas de las características de sus
obras son el feísmo, la monstruosidad y la deformación. El centro de sus obras
es el hombre, pero el hombre que sobrevive atrapado en las convenciones de una
sociedad. Muchas de estas figuras fueron posteriormente regaladas a algunos de
los países que acogieron dichas exposiciones. Así, y por votación popular,
Botero dejó dos esculturas en Madrid tras la gran exposición en 1994 en el
Paseo de Recoletos, una Mano y una Maja desnuda. También dejó, asimismo, una
escultura en el aeropuerto madrileño de Barajas titulada El rapto de Europa.
En abril de 2005 inauguró una
exposición en el Palacio Venecia de Roma en la que presentó más de cincuenta
pinturas cuyo motivo eran las torturas infringidas por soldados estadounidenses
a presos iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib durante la ocupación de Irak en
2003. Botero volvió a aparecer en las noticias en noviembre de 2009, saberse
que una escultura suya, Mujer Fumando, fue subastada en la galería
Christie´s de Manhattan, por un precio de 1 millón de dólares, el mayor importe
pagado por una obra suya, superando al resto de artistas latinoamericanos que
vendían sus obras.
La
imagen es un detalle de una de las obras de la primera época pictórica de este
artista colombiano, en la que abundaban las referencias a la religiosidad y las
figuras de monjas y obispos con una intención satírica. A pesar de haber vivido
durante años en un exilio voluntario, Botero siempre ha insistido en llevar a su
obra plástica sujetos que están cerca de la idiosincrasia colombiana.
En esta obra de uno de los máximos exponentes del arte
hispanoamericano actual se puede apreciar una característica constante en su
producción como es su afán por casar una aparente ingenuidad infantil con una
sordidez en los contenidos, como pone de manifiesto en su serie de lienzos
sobre las torturas de Abu Ghraib.